7. Aquellos momentos se desvanecen como bruma

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He caído en los encantos de ese hombre, en sus suaves caricias, en sus palabras dulces y los detalles que me encantan.

Él prepara el desayuno cada mañana mientras sonríe, me abraza y me besa como si me quisiera, a veces pienso que lo que quiero, por que él me hace feliz.

Llevo una semana en su casa y volví a sonreír, he ido a trabajar como cada día en mi cafetería, Sasuke va todos los días y compra donas de chocolate amargo, suele mirarme y preguntarme si estoy bien, cuando respondo con un si él se va con una sonrisa triste.

No se que está esperando, es como si estuviera impaciente por algo que no entiendo, como si conociera a la perfección cómo resultara mi vida al lado de Madara.

Las chicas están felices al ver que he vuelto a sonreír, cada día mi miseria se desase en los brazos de ese hombre, se que es alguien importante, puedo ver cómo sale cada día con su traje de diseñador, pero no he querido preguntar más.. él tampoco me ha preguntado acerca de mi vida, se que esa una clara señal de alerta, pero estoy con Madara por razones mezquinas y él lo sabe... él también tiene sus razones, es posesivo y controlador igual que Sasuke, pero pretende ocultar ese lado, intenta que yo solo vea lo mejor de él.

La tarde ha pasado volando y doy un pequeño paseo por la cuidad, me gusta ir al parque y ver a los niños jugar junto a sus madres, esas sonrisas despiertan algo cálido en mi interior.

Paso la tarde sentada en ese lugar descansado mi mente y disfrutando de casa cosa placentera que algo simple puede darme.

Mi teléfono tiene 20 llamadas perdidas de Madara.

—alo.

—¿por que no contentas el teléfono?! -me dice enojado-

—por que estaba ocupada..

—¿estas con él?! Contéstame!

—no, estoy sola sentada en el parque descansando.

—no te creo Sakura..

—no es mi problema Madara!

Apago el teléfono y me quedo un rato más, quizás a esto se refería Sasuke, quizás pudo ver esa oscuridad en Madara que yo obvié.

—Saku..

—¿qué haces aquí Sasuke?

—Saku, ¿él no te ha hecho daño?

—no..

Madara llega con la mirada feroz, él me mira con odio como si yo lo hubiese traicionado, golpea a Sasuke y lo lanza al suelo.

Mi brazo es atrapado por su mano y siento el dolor que me produce su agarre.

—suéltame Madara!

Él me tira y Sasuke me mira con terror, antes de que él pueda alcanzarme Madara me lanza al asiento del copiloto, esta fuera de sí y conduce como un maniaco.

—Madara!

—cállate! Solo cierra tu maldita boca Sakura!

Estoy asustada, me siento miserable y desvalida.. no he hecho nada, se supone que él sería mi ancla, mi cable a tierra.

Me saca con brusquedad del auto y me lleva al departamento, soy lanzada sin ninguna delicadeza contra el sillón, él está furioso.

—por que!! -me grita-

El valor sale de mi y lo encaro.

—Sasuke llegó de la nada! Solo conversamos!

—me mentiste! Eres igual que todas Sakura, eres una más del montón.

IrrevocableWhere stories live. Discover now