Capítulo 6: Quieres encontrar paz mental.

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SANTIAGO.

Los resultados ya están listos. Por varias razones nos hicieron esperar hasta el lunes para poder ver al doctor y que nos dijera si está embarazada o no.

Estaciono afuera de la clínica, con un nudo de nervios instalado en el estómago.

—Voy a sonar como un maldito, pero me da más miedo la idea de ser papá con ella, que la de ser papá como tal.

Dave suspira, dándome una mirada.

Yo le pedí que me acompañara. Es el único que sabe lo que está pasando y no quería hacer esto solo.

—Si dan negativo, espero que tomes esto como lo que sea que te hiciera falta para apartarte de ella.

—Yo también.—mustio.

Quedé de verme aquí con Victoria, así que cuando veo un taxi estacionarse cerca de mí, ambos nos bajamos.

La sonrisa de ella rápidamente se borra al ver a mi amigo.

—¿Es en serio, Santiago? ¿Tenías que traerlo?

—Tú dijiste que traerías a tu compañera de habitación.—me defiendo.

—Porque de estar embarazada voy a vivir un tiempo con ella, debe estar al tanto. Dave no figura nada aquí.

—Tengo una duda —dice el mencionado—. ¿Y Jerry también está al tanto?

Jerry es el chico con el que me fue infiel. Yo no quería traerlo a la conversación porque la última vez me abofeteó, pero también creo que debería saberlo. Según lo que tiene de embarazo, bien podría ser suyo porque yo siempre usé condón cuando teníamos sexo.

Victoria se voltea hacia mi amigo, molesta.

—¿Se puede saber tú qué carajos quieres aquí? ¡Esto era un momento de los dos! ¡No de los dos y el metiche!

Dave ni se inmuta, solo pasa su brazo sobre mis hombros, abrazándome.

—Porque de ser de mi novio, me volverías padrastro y quiero ser parte de eso.

Mi boca cae abierta un segundo por su declaración, pero cuando Victoria me mira totalmente confundida, asiento con solemnidad, abrazandolo por la cintura.

—Estamos saliendo.—aseguro.

Quizá así me dejé de ver como el que va a volver con ella y podamos llevar la fiesta en paz.

—¡No simplifiques nuestro amor a solo salir!—me grita él, indignado.

—Lo siento... Cielo.

—Me dice cielo por el color de mis ojos.—le presume a Victoria con una sonrisa, e incluso se sonroja un poco.

¿Qué?

—Tus ojos son negros.—masculla ella, sin salir de su sorpresa.

—Se refiere al cielo nocturno.

Ella se dirige a mí, pálida.

—¿Entonces era verdad lo que me decían tus otros amigos? ¿Eres gay? 

—No solo existen los chicos herosexuales y gay, ¿sabes? —le sigue Dave—. Están los bisexuales, pansexuales, asexuales, antrosexuales, autosexuales, demisexuales, omnisexuales... En fin, Santiago apenas está descubriendo su sexualidad, ¿cierto, mi terroncito de miel?

¿De dónde carajos se sacó ese apodo?

En realidad yo ya lo sé. Yo soy demisexual, es decir que solo siento atracción sexual cuando he establecido un vínculo emocional. Es algo que en un inicio me confundía mucho, pero que cuando descubrí que es algo más común de lo que parece y que tiene un nombre, me dio calma.

Sin voz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora