Adicto

1.6K 146 19
                                    

Fue el cumpleaños de Frank y obviamente no fui, habíamos acordado no hablar más, nuestra relación termino en mutuo acuerdo, pero no resistí no escribirle por su cumpleaños, de nuevo lo buscaba, de nuevo lo encontraba.

-¿Cómo estuvo la fiesta? –Pregunté intentando iniciar una conversación.

-Muy buena, aunque no recuerdo nada –Dijo tomándose la cabeza seguramente por la resaca que llevaba encima –Pero preferiría saber y también que hubieras estado –Sus últimas palabras me impactaron, me hicieron ilusionarme, esperanzarme.

-Si hubiese estado te habría robado –Le dije a modo de broma.

-Los pantalones –Me siguió y reí ante eso.

-Te hubiese robado a ti –Le dije una broma disfrazada de verdad, esas tan típicas en mí.

-¡Secuestro! –Prácticamente grito levantándose de la banca -O sea me habría dejado, así que hay que llamarlo de otra forma –

-Violación consentida –Respondí.

-Tampoco se le podría llamar violación – Dijo pensativo.

-Te resistirías unos segundos así que quizás... -

-¿Resistirme contigo? No estoy loco –

Esa fue la conversación de ese día, una que me hizo recordar viejos tiempos, en los cuales éramos felices ¿Qué nos pasó? Nos pasó de todo.

.

.

.

Nos encontrábamos en su casa, me había invitado a jugar videojuegos ese día y de la nada habló.

-¿Y mi regalo? –Preguntó de un momento a otro, es cierto no le había regalado nada.

-Yo soy tu regalo –Dije bromeando.

-Te acabo de imaginar desnudo con un lazo en la cabeza –Reí ante esas palabras y me coloque completamente serio, una seriedad falsa.

-Así no, imbécil –Le dije bruscamente y complete –El lazo va en la cintura –

-En la cintura voy yo –Dijo provocativo, a lo que mordí mi labio inferior y lo miré.

-Vas a hacer que me den ganas –Infló las mejillas de manera provocativa y sonreí.

-¿Tú con ganas? Quiero ver eso –Le dije bromeando, cuando éramos novios me toco unas pocas veces y nada más.

-No dije ganas de qué –Se defendió.

-De comer obviamente –Intente arreglar mis palabras.

-De comerte –Pausa, pausa ¿No se supone que acá no había nada? Que no nos queríamos, que todo termino por algo, sus palabras me shockearon, me hicieron estar en alerta, me dieron ganas de volver a todo lo de antes, un tiro, por fa.

-Soy dulce, te daré diabetes –Dije intentando no llegar a más, porque sabía cómo acabaría todo esto.

-Es un precio barato si es por ti –Dijo seductor, no entendía como tenía ese poder sobre mí, el poder de hacer que mi cuerpo tiemble con sólo unas palabras.

-Entonces cómeme –Le dije bromeando, pero no anticipe lo que venía.

-¿Por dónde empiezo? –Rodeo mi cintura con sus brazos y dio un leve mordido a mi cuello.

-Quizás por mi cuello –De nuevo caía ante él, de nuevo era adicta, sonreí provocativo al sentir sus brazos rodearme y con los míos me abracé a su cuello.

Algo para recordarte - Wigetta [Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora