𝐓𝐎𝐆𝐄𝐓𝐇𝐄𝐑; Kang Sae-byeok

five

ME ENCONTRABA CERCA DEL HOTEL DONDE ME HOSPEDABA, no tenia dinero para comprar una casa así que vivía en un motel, no era lo mejor, pero servia de algo.

— A los años Hyo-ri — Me saludo un "vecino" — ¿Donde estuviste? — Me sonrió.

— Estuve en un viaje que tenia, pero ya volví — Le devolví la sonrisa — Hasta luego — Me despedí y entre al cuarto donde me quedaba

Era media noche y no lograba dormir, pensaba en como estarían las familias de las personas "eliminadas", como estaría Sae-byeok.

Unos sonidos provenientes de la puerta sonaron, tenia flojera, así que solo espere unos segundos a ver si quien tocaba se iba, cansada de ese sonido constante, me levante hacia la puerta.

— ¿Quien es? — Pregunte sin abrirla — ¿Quien es? — volví a preguntar, segundos después una tarjeta fue deslizada debajo de la puerta.

FECHA: 23 DE JUNIO A LA MEDIA NOCHE
LUGAR: EL MISMO QUE ANTES

Me quede analizando la tarjeta unos segundos al parecer si cumplieron su palabra de darnos otra oportunidad, no me sorprendía.

— Parece que van a reiniciar, ire. — Me dije a mi misma, espero que pueda ver a Sae-byeok.

Ya era el día en que debía estar esperando la camioneta que me trasladaría, estaba parada esperando. Esta vez si traje casaca. La camioneta llego con la típica luz segadora, la puerta de la camioneta se abrió lentamente y entre.

—  Supongo la misma rutina de siempre — Hable, al segundo el gas salió haciendo caer en un sueño profundo.

— Despierta — Sentí que me movían — Hyo-ri — volvieron a moverme — ¡Despierta! —

— ¡Ya! — Me levante bruscamente — ¿Que paso? ¿Sae-byeok? — aun sentía que me iba a desmayar por el sueño.

— Pensé que estabas muerta, no despertabas — Me dijo alertada.

— Lo siento, duermo mucho... — Mencione, levantándome perezosamente.

— Oye — Escuché la voz del matón que asechaba a Sae-byeok — Olvidare lo que hiciste, únete a mi equipo —

— Eres un fafarrón — Sae-byeok escupió sus palabras, yo solo estaba a su costado presenciando todo — hay mucha gente haya afuera que aun te busca —

— Ya, deja de fingir — Chasqueo su lengua — No importa que tan fuerte seas, no puedes ganar tu sola con esa flacucha — me señalo.

— Tampoco tan flaca soy — Mire mis brazos, uno por uno.

— Descuidate y se llavaran sus camas, de ambas — Nos dijo riendo.

— Tu cama es la que se ira — Los "secuaces" del matón se rieron — No trabajen con este imbecil, le robo todo a sus secuaces para su propio beneficio y luego puso las manos en los bolsillos de su jefe — le dijo Sae-byeok.

— Oye — Llamé su atención — ¿Sabes como llaman a la gente como tu en mi cuidad? — pregunte sin esperar su respuesta — Perros revolucionarios —

— Maldita perra comunista — El matón quizo acercarse a mi, pero Sae-byeok lo interrumpió y segundos después llego la mujer loca.

— ¿Que pasa aquí? Parece que interrumpí — Sonrió — Sorryy... — dijo con un acento extraño.