Capítulo 7

5.4K 563 211
                                    

El parque de diversiones.

Maya.

Me despierto a la mañana siguiente y mi estómago pide comida.

Tengo un plan para hoy, hoy será el día en el que Lana y Alec confirmen su relación y empiecen a llamarse novios.

Me visto con unos shorts y una remera suelta ya que el día esta caluroso y salgo de mi habitación pasando por el salón hasta llegar a la cocina.

Busco algo que desayunar en las estanterías y termino haciéndome un café acompañado de unas tostadas con queso.

Me siento en la barra y empiezo a comer mi desayuno muy tranquila hasta que alguien aparece en mi campo de visión. Si, el mismo chico que aparecía en mis pensamientos cada vez que intentaba cerrar mis ojos para dormir.

-Buenos días- apoya sus antebrazos en la misma barra donde yo estoy quedando a mi altura, a tan solo unos centímetros de mí.

-Buenos días-le contesto en un tono más bajo de lo que pretendo, Jett se incorpora mirándome seriamente.

-¿Está todo bien?- le pregunto.

-Eso debería preguntártelo yo a ti, ¿Estás bien?

-Si, ¿Por qué?- me llevo el café a la boca y tomo un sorbo.

-Estas rara.

-No es cierto.

-¿Estas enojada?- pregunta analizando mi rostro.

-¿Por qué lo estaría?

Le digo y él me queda mirando unos segundos más en silencio antes de dar la vuelta y sentarse en la banqueta a mi lado.

-Maya, yo... lamento si te hice sentir incómoda- se empieza a tocar el pelo demostrando parte de su nerviosismo.

-¿Qué?

-El beso, si es por eso que estas rara yo no quiero que...- no lo dejo terminar.

-Jett detente, no estoy incómoda- le sonrío tratando de alivianar la situación.

-¿Entonces estamos bien?- me pregunta, yo asiento en respuesta y él parece relajarse hasta que una sonrisa burlona típica de él vuelve a aparecer en su rostro- ¿Por qué evitas mi mirada entonces?

-No lo hago- como si lo estuviera haciendo apropósito cuando él se acerca más a mi yo cambio mi mirada hacia el frente, viendo el contenido de mi taza.

-Lo estás haciendo ahora- me toma del mentón y gira mi cara ligeramente para que vuelva a verlo- estas nerviosa.

-No.

-No era pregunta, Maya- su sonrisa se ensancha.

-Oh.

-Eres muy evidente ¿Sabes? Te pones como un tomate.

Tiene razón, el hecho de que mis mejillas se pongan rojas sin que pueda controlarlo ha sido una inseguridad para mí desde siempre; es demasiado fácil notar lo que siento o lo que pienso solo con mirarme.

-¿No te gusto el beso? Si es lo que quieres, podemos hacer como si nunca hubiera pasado.

Si supieras que he pensado en ese beso durante toda la noche.

-Pues ahora lo sé.

-¡¿Qué?!- abro los ojos como platos-Ay no- zafo mi cara de su agarre y llevo las manos a la cara tapándomela.

Qué vergüenza.

Vergüenza es lo que siento yo de ser tu conciencia.

Me corre las manos del lugar y me obliga a mirarlo otra vez.

Mi Dosis De Inspiración ✓Where stories live. Discover now