Ese lugar le trasmitía demasiada paz que solía ir allí casi la mayor parte de su tiempo, luego de la gran fiesta de anoche Amelie se encontraria con una gran resaca de no ser por Regulus, lo único que necesitaba en ese momento era relajarse y tener un momento de paz, antes de empezar a preocuparse por ser la mejor y tener buenas notas.
Sus padres jamás le exigieron mucho pero ella sentía que les debía la vida y lo único que podía hacer es hacer que se sientan orgullosos de ella.
Su tranquilidad fue interrumpida cuando cierto chico pelinegro con uniforme de Gryffindor se puso delante de ella cubriendole el paisaje.
-Aquí estas te estuve buscando por todo hogwarts.—Dijo el pelinegro luego de recuperar la respiración.
-¿Que nesecitas, Black?—.Pregunto ella con una tono sereno que podría dormir a cualquiera de los dulce que sonaba.
-Dale esto a Regulus de mi parte.—Dijo el pelinegro entregándole una carta.—Es importante.
-¿Y por qué no se la das tú mismo Orion?—Pregunto la chica dejando de lado lo que estaba haciendo.
-Si yo se la diera lo más probable es que la rompería y tu eres su mejor amiga podrías persuadirlo para que por lo menos la lea.—Respondio el Black mayor con impaciencia.
-Esta bien.—Acepto la chica guardando la carta en su túnica.
-Gracias.—Dijo el chico para luego acercarse y dejar un beso en su mejilla muy cerca de los labios.—Lo siento.
-Esta bien.—Dijo ella restándole importancia para luego volver a su dibujo.
Sirius se fue de ahí en cuanto vio que la chica dejó de prestarle atención para dirigirse a las cocinas donde estaban sus amigos esperándolo, sin notar la sonrisa que inconsciente mente se formó en su rostro.
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—Luego de terminar su última clase del día Amelie se dirigia hacia la sala común de Slytherin en compañía de su primo Rabastan.
-Y como te dije Clary ese es mi plan para conquistar a Elle.—Dijo su primo volteando la a ver mientras ella rodaba los ojos.
-¿No crees que deberías usar nuevas tácticas para conquistarla?—Le preguntó la rubia mientras entraban a la sala común.
-Tal vez que se te ocurre.—Dijo el castaño mientras se sentaba en uno de los sillones, enfrente de donde se encontraba su mejor amigo Regulus.
-Podrías empezar con establecer una conversación con ella y no acosarla desde las sombras.—Dijo el pelinegro levantando la vista mientras la rubia buscaba algo entre su tunica.
La rubia a su lado asintió dándole la razón.
-Está bien, ¿Pero como hago eso?—.Pregunto el chico Lestranger mirando a los dos adolescentes frente a él.
-Podria convencer a Rose de cambiar lugar contigo en pociones.—Dijo la rubia sacando una carta de su túnica.—Leela cuando este solo.
El chico Black asintió y tomó la carta para luego guardarla en su túnica.
Así siguieron casi toda la tarde ayudando a Rabastan hasta que llegó la hora de la cena.
-Creo que deberíamos irnos ya es hora de la cena.—Dijo Regulus mientras se levanba.
Amelie se levantó también para dirigirse al gran comedor siendo seguida por su primo.
Al llegar al gran comedor se dirigió a su mesa mientras se sentaba alado de Steven.
-¿Que tal tu día Mel?—Pregunto el rubio sirviéndose un poco de pudin.
-Lo mismo de siempre, ¿Y el tuyo?—Pregunto devuelta la rubia agarrando una manzana verde.
-Igual solo que tuve una resaca horrible toda la mañana.—Dijo el recordando.
-Lo siento.—Se disculpo ella como era costumbre.
-No te disculpes.—Dijo el sonriendo dulcemente.
-¿Que tal las cosas con Kylee?—Pregunto la rubia cambiando de tema.
-Bien solo que me siento muy nervioso al saber que tendré una cita con ella.—Respondió el comiendo del pudin.—Creo que les debo las gracias a ustedes tres.
-No es nada era hora de que los dos admitirán lo que sentían.—La rubia agarro una servilleta la ver que se había manchado un poco.
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