CDMX

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POV CALLE

Aterricé en la Ciudad de México con siete maletas, dos hijas dormidas, tres mochilas, una bolsa y una carriola. Eran casi las nueve de la mañana y al igual que mis hijas moría de sueño. Con ayuda del personal del aeropuerto pude transportar todo el equipaje hacia una estación de renta de autos, necesitaba uno por lo menos mientras llegaba con Poché.
Mis hijas habían dormido por ratitos desde que estábamos en Colombia, por lo que estaban muy inquietas.

Logré rentar una camioneta con car seats para las niñas y una gran cajuela como para llevar mi vida traducida en maletas en ella. Había oído de lo caótica que podía resultar está ciudad, pero el tráfico y los miles de ruidos me lo confirmaron, no era tan diferente a Bogotá en ese aspecto.

Durante el vuelo pude obtener la dirección del despacho de "Rojkind arquitectos", supuse que si era la primera vez que Maria José se reuniría con ellos tendría que ser ahí, por lo tanto busque el hotel más cercano a este y reservé una habitación para poder dormir unas horas antes de buscar a Poché.

-¿Ya vamos a ver a mi mamita?- me preguntó Ainara cuando entramos a la habitación.

-Vamos a dormir un ratito mi amor, y después vamos a darle la sorpresa ¿Te parece?-

-Yo ya quería abrazar a mi mamita.- me dijo Andy.

-Pero no han dormido bien bichitos, mejor duerman y en un ratito vamos por ella.-

-¿Si vamos a volver a estar juntas mami?-

-Eso espero mi vida.- De verdad esperaba poder estar bien con Poché.

Cerré las cortinas para que entrara la menos cantidad de luz posible y poder dormir bien. La habitación que había pedido tenía una cama grande, por lo que acomodé a las niñas en el centro, de un lado almohadas y del otro yo, ya que no estaban acostumbrados a dormir sin los bordes de seguridad y no quería que se cayeran.

Desperté aproximadamente a las 3 de la tarde, había dormido por lo menos cuatro horas, lo cual era suficiente para salir corriendo a buscar al amor de mi vida, pero no me podía ver en sudadera, con la cara demacrada de tanto llorar, así que desperté a mi hijas para bañarnos lo más rápido posible considerando lo traviesas que llegaban a ser en la ducha.

-Andrea Calle Garzón, si no te quedas quieta nunca te voy a terminar de peinar y no vas a ver a tu mamá.- Decía tratando de que dejara de brincar sentada en la cama.

-Es que estoy feliz, muy feliz.- Dijo sin dejar de brincar.

-Mi amor yo lo sé, pero ayúdame un poquito por favor.-

-Andy eres una bebé, nunca dejas de hacer travesuras.-Le dijo Ainara burlándose de ella.

-La bebé eres tú, yo soy más grande que tú.- Le contestó Andrea enojada

-Ninguna es bebé, si siguen peleando solo van a hacer que lleguemos más tarde.-

-¿Vamos a ir al nuevo trabajo de mamita?-

-Si, ya por fin terminé, vean la tele cinco minutos en lo que termino de arreglarme.-

Las dejé viendo dibujos animados mientras entraba al baño a arreglarme, hice lo mejor que pude con el poco tiempo que tenía, y a decir verdad no me veía nada mal.

Había revisado mi teléfono y ya tenía muchísimos mensajes de mi papá molesto por no haberle avisado que me iba, pero no lo iba llamar hasta más tarde, ya no podía seguir perdiendo tiempo y de todos modos mi hermana ya sabía que había llegado bien a México.

Tomé mi bolsa, mis lentes de sol y me subí a la camioneta junto con mis hijas. Sentía mariposas en la panza, podía arreglar, o arruinar todo en un momento.

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