Si lo crees es posible.

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Estar en un estado de ebriedad puede hacerte imaginar cosas?

Simplemente no es una toxina que pueda alterar el cerebro en ese punto pero es una mejor opción que la demencia.

—Hag, mi cabeza.

Dolía, las resacas en las mañanas después de beber en gran cantidad hasta perder la consciencia es lo peor que uno puede experimentar y para Jungkook no era la excepción.

El reloj marcaba las 12 del día, parecía haber ruido en la planta baja donde una voz conocida y algo chillona se asomaba.

—Jeon!— Ese timbre de voz tan particular hizo que la cara de Jungkook se torciera en disgusto con tan solo imaginar la presencia de una persona en particular.

—Luhan?

Aquel chico castaño se acercó a este sentándose en cuclillas frente a el.

—Parece que aún no pierdes el hábito de embriagarte—Solto un pesado suspiro para mírarlo nuevamente.

—Ayer fue diferente—Su ceño se frunció, reflejando en sus ojos desprecio por el individuo frente a el, más bien, quién tendría siquiera aprecio por el?

—Claro.

Aquellas almas y cuerpos que fueron uno en su debido tiempo, hacian el hambiente tensó y afixiante.

—Vine por que Jin me lo pidió.

—Claro, No necesitó de tu compañía puedes irte.

—Quisiera eso—mordío su labio intentando calmarse a así mismo pero el ver aquel hombre que tanto amo en su momento le partía el corazón.

—pero?

—Creo que no puedo dejarte con tremenda resaca.

Este soltó una risa irónica para acercase al rostro contrario—Me ves con cara que quiero tu ayuda?

—Ejem, Supongo que no.

— Entonces lárgate! —menciono señalando la puerta de la habitación.

—Creo que jamás cambiarás...

—Quieres que te trate bien, eh? Cuando fuiste tú el maldito infiel... Creo que esperas mucho de mi y no soy ni lo mínimo que fui antes.

Dolía, cada rincón de su corazón aún dolía por aquella traición puede que el amor siempre duela así pero para Jungkook el amarse y hacer una promesa de fidelidad era lo más importante en su vida.

—Creo que hay cosas que se deben dejar en el pasado—aquel chico tenía mojado sus ojos y su cuerpo tensó.

—Y a las personas, así que te pido que te vayas.

No dudó ni un segundo en salir tomando su abrigo con varias lágrimas en sus ojos.

—Joder, Que molesto.

Las heridas sanan, pero cuando es tan profunda siempre queda una cicatriz.
Aquel chico de cabellos a negros y una sonrisa encantadora fue causa de tantos problemas en su vida, le entrego hasta el alma así mismo su cuerpo que la traición dolió el doble de lo que un día pudo imagínar.
Aquella eoca dónde las hojas son secaun adolecente que admiraba a un chico de delgado cuerpo se declaró gay oficialmente cuando sintió sus labios sobre los suyos y sintió cosas que nunca en su vida había sentido con cualquiera chica, aquello repercutió en su vida de una manera desastrosa, Jeon Jungkook era odiado, despreciado y denigrado por personas que en algún momento lo amaron.

Golpes, maltratos, ofensas eran pan de cada día para aquel adolecente que cada vez su mirada se apaga, para aquel chico que cada vez odiaba más el hecho de vivir pero solo tenía a Luján que le juro amor y protección, el amor puede doler y aquella noche en su aniversario lo comprobó cuando encontró al dueño de sus esperanzas envuelto en la sabanas con un hombre que no era el y desde ahí sus sueños se desmoronaron.
El no era creyente del amor desde aquel día así que solo se dedicó a estudiar y ser autosuficiente para nadie más que el.

Bailando Con El Fuego| KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora