cómo afilar las garras

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⟨PARTE: 1⟩

El clima húmedo y cálido no hizo si no despertar más temprano al omega, que en su forma animal se encontraba enroscado a los pies de el nido de su mentor, o sensei, o león maestro, o alguna cosa así.

Su sensei León había insistido en que durmiera a los pies de él. «como un cachorro» recordó sus palabras. Pero venga, que el no tenía la culpa de ser un poquitito más pequeño que los alfas generales. Ellos eran unos mastodontes.

Estiró sus pequeñas y peludas extremidades con cuidado, lamiendo su patita esponjosa para pasarla delicadamente por su cara recién levantada.

Cambió entonces a su forma humanoide, dejando quedar su colita azabache con  toques verdosos, sumado a sus orejitas pomposas que se movían al leve ruido, juguetonas.

No llevaba más que puesto una especie de pantalón muy desgastado. Ya que al ser el único macho con feromonas de hembra, no podía pasearse por ahí enseñando sus atributos. Las leonas mayores le habían aconsejado aquello, y el siguió aquellos consejos sabiamente.

Su sensei no estaba en el nido cuando despertó. Por lo que ya debería de estar tomando el sol en la pradera, así que fue a buscarlo.

Se estiró un poco mientras el sol le daba en la cara. Entonces, empezó a correr. Realmente, era muy juguetón.

A lo lejos miró el cuerpo gigantesco de su Sensei. Tomaba sombra bajo un árbol, adormilado y con una clara cara de disgusto, aunque esa era su expresión natural.

Se camufló entre los altos espinos, que realmente no ocupaba, puesto que su pequeño cuerpo, aún en su forma humana, era tapado completamente. Cambió entonces a su forma aún más pequeña, cazando a su Sensei. Tenía sus sentidos al máximo, esperando mientras se acercaba.

No, estaba dormido, era perfecto. Se lanzó sin más, tratando de enroscarse en el grueso y peludo cuello.

Sin embargo, no pudo. Ya que su Sensei se dió la vuelta rápidamente para agarrar al pequeño minino en sus grandes colmillos.

Izuku maulló derrotado, dentro de la boca de Katsuki, su Sensei.

El felino mayor lo escupió con algo parecido al asco.

Lo miró largamente, y por la presión de aquella poderosa mirada, Izuku no pudo evitar transformarse en su versión semi-humana.

Le enseñó la pancita con sumisión mientras le hacía ojitos, ojalá su Sensei no lo regañara, solo quería jugar.

El gran León soltó una especie de bufido mientras se daba la vuelta. Entonces cambió, su Sensei ahora tenía la forma más cercana a un humano. Era muy apuesto.

Lo miró un poco más y sonrió.

“Bien, ya que viniste a molestar, te voy a enseñar algo. Esto es todo lo que un buen León debe de hacer, así que presta atención por que no lo diré dos veces.” El gatito asintió admirado, su Sensei era taaaan bueno. Gruñón, pero lo quería mucho.

El muchacho rubio volvió a cambiar, ahora era nuevamente un gran León. El gatito no pudo evitar soltar algunas feromonas con fuerza.

Katsuki sonrió mentalmente. Esa pequeña mierdecilla con forma de León era muy excitante a la hora de producir feromonas.

Con paso elegante, Katsuki se puso frente a un gran árbol. Le hizo una seña al gatito, en su forma humanoide para que se acercara, Izuku lo hizo, pegando un salto para, en el aire, convertirse a un mini-León.

Se sentó al lado de su Sensei, moviendo la colita, impaciente. Katsuki recargó sus pesadas patas en el tronco viejo, haciendo un movimiento al sacar y entrar las gruesas garras.

El tronco se movió por la fuerza bruta. Pero Katsuki estaba orgulloso, afiló sus garras fácilmente.

Izuku le miró coqueto, era momento de pasarse sus clases por el culo.

“Yo sé una manera más efectiva de afilar mis garritas. ” dió un maullido largo, entonces saltó al amplio pecho del Alfa, empezando a ronronear mientras se acomodaba entre el suave pelaje.

“Así no lo hacen los leones, Deku.” Y se dejó hacer.
























little lion || katsudekuWhere stories live. Discover now