Capítulo 10 - Caos total

255 33 13
                                    


La granada que Leon había lanzado al Wesker tirano había sido desviada por él como si de una simple mosca molesta se tratase, haciendo que se estrellase contra los árboles. Inmediatamente, algunos de estos fueron derribados con estruendo. Y Leon y Chris se vieron obligados a lanzarse cuerpo a tierra, si no querían verse aguijoneados por las numerosas astillas que volaron hacia ellos, por todos lados.

—Esto sí que es un súper soldado —Chris tuvo que admitir, no sin cierta admiración—. ¿De qué está hecho este tío?

—Algún punto débil debe tener, digo yo —Leon objetó, mientras rodaba sobre sí mismo, con rapidez, para que el enorme pie del tirano no lo aplastase de una furiosa pisada.

Aprovechando el momentáneo despiste de Wesker, debido a la caída de un enorme árbol que se vio obligado a eludir, los dos corrieron a refugiarse tras una gran roca, ganando unos preciosos segundos.

—Nada, ni nadie, sobrevive a que le vuelen la cabeza —el rubio argumentó, convencido—. El problema está en que este jodido engendro es demasiado ágil y rápido para la envergadura que tiene. Tenemos que hallar el modo de despistarlo el tiempo suficiente como para que baje la guardia dejándola desprotegida. Y el lanzagranadas hará el resto.

A varios metros frente a ellos, Wesker bramó, furioso y enloquecido. Comenzó a derribar árboles con una de sus brutales manazas, rabioso por no ser capaz de encontrarlos.

—¡Salid, malditos cobardes! ¡No estáis haciendo más que posponer vuestra muerte de un modo patético! —rugió, con rabia.

Como si la propia isla se hubiese confabulado en su contra, una lluvia helada comenzó a caer, acompañada de un fuerte viento.

—Adiós al lanzagranadas, a no ser que le descerrajemos un tiro a bocajarro en medio de los ojos —Chris negó, fastidiado—. ¿Has visto sus ojos? Parecen dos puñeteros faros sangrientos —añadió, mirando a su cuñado con un estremecimiento.

—Quizá ese sea uno de sus puntos más vulnerables —él respondió, pensativo.

—¿Los ojos?

—¿No te has fijado en que siempre los protege tras unas gafas oscuras? A lo mejor, no tenemos que volarle la cabeza; con que neutralicemos sus ojos, puede ser suficiente.

—Joder... Es una idea.

Una gran piedra cayó a escasos centímetros de donde ambos se encontraban, haciendo que la tierra temblase bajo sus pies.

—Hay que volver a moverse; esto no es seguro —Leon opinó, decidido.

Mirando a su alrededor para hacerse cargo de la actual situación, iba a comenzar a correr en dirección contraria a Chris, cuando sintió el fuerte agarrón de la mano del comandante, quien lo detuvo con fuerza. Él se giró para mirarlo, sorprendido.

—Una cosa, Leon. Tú no vas a separarte de mi hermana. ¿Está claro? —le prohibió, también con la mirada, con voz que no admitía réplica—. Puedo leer en tu mente como en un libro abierto porque, por lo que me has contado, yo mismo tomaría esa decisión. Pero tú no vas a hacerlo. ¿Entendido?

—Este no es momento para hablar de ese tema —Leon negó, molesto.

—No vas a dejar a mi hermana. ¿Entendido? —insistió, amenazador.

—No voy a prometerte eso. Y lo sabes. Ella me juró que jamás volvería a traicionar mi confianza. Y a las primeras de cambio, ha vuelto a hacerlo.

—¿Volvería? ¿Qué cojones pasó entre vosotros? —exigió saber, sorprendido.

—Joder, Chris. Este no es el momento —repitió, mirándolo con cabreo. Le entregó el lanzagranadas, vehemente, y de un fuerte tirón se liberó de su agarre, comenzando a correr después.

꧁꧁RESIDENT EVIL - PARADISE DEAHT꧂꧂Where stories live. Discover now