Capitulo 4|Es..es..estas...

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Al final Paula me contó todo, todito y lo más gracioso de todo es que esta tarde vendrá, para que lo conozca y claramente darle mi aprobación por ser su mejor amiga.

El maniquí o Eros, como dice llamarse el a estado estos últimos dos días recorriendo la casa y molestánme con su arrogante presencia.

Porque si, es arrogante, presumido y sobre todo tiene el ego más alto que la Torre Eiffel.

Entro a mi cuarto y me lo encuentro acostado en mi cama, con algo entre sus manos.

— Hola.— Dice sin mirarme y mirando fijamente la cosa que lleva en sus manos.— ¿Ya puedo salir?— Pregunta.

— No.— Contesto.— Creo... que no podrás salir en toda la tarde.— Digo.

— ¿Que?¿Por qué?— Pregunta.

— Porque hoy viene el novio de Paula, para que podamos conocernos.— Explico.

— ¿Por que no me presentas como tu novio?— Propone como si nada.

— Porque no.— Comtesto, cojiendo la ropa que me pondré para la cena que tendremos esta noche.

— Quiero salir...— Dice como un niño pequeño.— Esta belleza no puede quedarse encerrada.— Dice apuntándose a él mismo.

— Creído.— Susurro.

— Te escuche.— Me informa.— Y para tu información, si, soy muy creído.— Dice orgulloso.— Porque puedo y quiero.— Dice y cuando me giro para mirarlo, me encuentro con que con una sonrisa de oreja a oreja.

— Da igual.— Digo.— No sales y ya.— Sentencio.

— Quieroooo salir.— Dice alargando la "o" y comienza hacer un berrinche.

Cuando la puerta de mi cuarto empieza hacer ruido, me doy cuenta de que alguien quiere entrar, así que rápidamente lo cojo del brazo y lo encierro conmigo en mi baño.

— Shhh...— Le digo, aparte de hacerle señales con mi mano para que se calle.

— ¿Estas ahí?— Pregunta la voz de Paula.— ¿Alicie..?— Vuelve a preguntar.

— ¡Si!— Contesto.— ¡Estoy en en baño!— Chillo mientras le tapo la boca al maniquí con mi mano.— Shh...— Le susurro a él y el se rie debajo de mi mano.

— ¿Estas bien?— Pregunta ahora a través de la puerta.— Bueno da igual... quería decirte que al final vendrá esta noche y no está tarde.— Informa.— Yo me voy y luego vendre con el a la hora de la cena.— Dice y con esas palabras escucho como sale de la habitación.

— Uff...— Suspiro.

— Entonces...¿Me presentaras como tu novio?— Pregunta poniéndome ojitos.

Parece un perro.

— No.— Digo firme.

— Ya lo veremos...— Dice en un susurro.— Ahora, me voy.— Dice sonriendo y saliendo del baño.

— Estúpido creído.— Me digo a mi misma.— Dentro de un mes lo devolveré.— Me vuelvo a decir a mi misma.

No me juzguéis, hablo sola...

Cierro la puerta del baño con pestillo y despues de desnudarme, me meto en la ducha y dejo que la lluvia artificial caiga sobre mi piel desnuda.

Esto es relax...

Agarro el bote de jabón y le hecho un poco en la esponja, para después dejar el note de jabón a un lado y agarrar la esponja y comenzar a restregarmela por la piel, mientras canto a todo pulmón.

— ¡Seré libre, aunque me encierres y volaré, aunque me cortes las alas!— Canto con la esponja en la mano, como micrófono.— ¡Viviré sobre ti, sobre tus normas y sobre el que se ponga en mi camino!¡Porque soy libre de cabeza a los pies!— Canto emocionada, imaginándome que estoy en un concierto y yo soy la cantante que todo el mundo ve. Cuando termino de ducharme y de cantar, me enrollo el cuerpo con una toalla y salgo de la ducha, para después con algo de dificultad enrollarme una toalla en el pelo y salir del baño.

— Que bien cantas.— Dice una voz, na más salgo del baño.

Chillo asustada y si no fuera porque apretó más la toalla a mi alrededor, se me hubiese caído.— ¡Idiota!— Le grito, pegándole un puñetazo en el hombro.

— Encima, que digo que cantas bien...— Dice sobandose la parte en la que le he golpeado.— Vístete.— Ordena.

— Vete.— Le ordeno al igual que el.

— Puedes hacerlo delante de mí, no tengo ningún problema.— Sonrie coqueto.

— Yo tampoco.— Digo.— Así que vete.— Lo empujó hacia la puerta y cuando sale, la cierro de un portazo.

Cuando ya estoy tranquila, procedo a secarme, ponerme algo de crema y ponerme la ropa interior, para despues coger el ceñido vestido de color negro que me llega por encima de las rodillas y tapa mis brazos, una vez me lo pongo, me miró al espejo.

Perfecto.

Pienso mientras me miró.

Cuando miro la hora me doy cuenta de que ya son casi las ocho, asi que me hago un recogido facil con mi única mano y me pongo algo de maquillaje, pero sin exagerar, me pongo unos tacones del mismo color del vestido y salgo de mi cuarto, para encontrarme con un Eros sentado en el sofa y viendo la tele mientras come.

— Ya estoy lista.— Me digo a mi misma y esbozo una sonrisa.

— ¿Que...?— Dice Eros y lo miro con una ceja alzada.

Se a quedado embobado...

¿O tonto?

Algo le a pasado, eso seguro.

— ¿Pasa algo?— Pregunto.

— Es..es..estas..— No termina la frase, porque la puerta suena y rapidamente lo agarro del brazo y hago el intento meter en el cuarto y digo intento, porque no lo consigo y la puerta se abre.

Playboy a la venta.✔Where stories live. Discover now