XXI

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Pov Amity

Las palabras de Belos llevaban días rodando por mi cabeza, trataba de encontrarles sentido alguno, era algo que me tenía muy preocupada y confusa, y para sumarle mas a mis preocupaciones mis hechizos eran cada día más fuertes pero descontrolados, aún cuando yo no quisiese hacer uno, aparecían en momentos aleatorios, era frustrante el buscar excusas sobre el porqué de estos enfrente de los demás. Como si eso no fuera ya demasiado la gente del pueblo al enterarse de mi regreso no lo tomó muy bien, ahora comprendía porque Eda vivía en una cabaña alejada, las personas le temen a lo que no conocen, cuando dieron la noticia las teorías no tardaron en llegar, ahora todos me tenían miedo, aún cuando no me han visto hacer magia, de cierto modo y los comprendía pues, estoy segura que el verme después de que aseguraron que había muerto no era algo lógico.

Por otra parte mi relación con Luz iba de maravilla, arregló las cosas con su madre, algo que me alegraba mucho, y era ella quien trataba de aligerar la situación con el pueblo, siempre tiene las palabras perfectas en el momento indicado, Willow y Gus se alegraron mucho de verme, los tres regresaron a la escuela y claro, con una cita de mis padres con el director arreglaron lo de las faltas, en cuanto a Edric y Emira tal y como habían dicho se la pasaban todo el tiempo que les fuera posible conmigo, agradecí mucho a mis padres cuando les pusieron actividades y profesores para sus estudios, había pasado tanto en tan solo unos días, ahora estoy segura que mi vida nunca será lo suficientemente tranquila.

Emira: ¿Qué es este lugar?- pisábamos la blanca nieve dejando nuestra huella a cada paso que dábamos.

- Lo llamamos "La Rodilla".- acomodé mis guantes.

Edric: Esto es muy genial.- el a diferencia nuestra corría emocionado.- hace años no veía nieve.

Emira: Y si sigues andando sin cuidado, probablemente sea la última vez que la veas.- dijo refiriéndose a que podría ocurrirle algún accidente.- ¿cómo dijiste que te llamabas?- se dirigió esta vez hacia la otra persona que nos acompañaba, debido a todo lo que a pasado nuestros padres no nos dejan salir sin tener alguien cuidando de nosotros, algo que me parecía absurdo considerando que de cierta manera nosotros éramos más fuertes que el, pero lo acepté para mantenerlos tranquilos.

Peter: Soy Peter, princesa Emira.- había agradecido que ellos me dejaran elegir.- tenga cuidado príncipe Edric, puede resbalarse.

Emira: ¿Por qué lo escogiste a él?, tiene prácticamente mi edad.- dijo en bajo al acercarse a mi.

- Me agrada.- me encogí de hombros, siento algo impactar en mi espalda, me detengo para girar hacia los dos chicos, ambos se señalaron al otro a manera de confesión.- no tengo que ser un genio para saber que fuiste tú, Edric.

Edric: No seas tan aguafiestas, pequeña hermana.- se agachó para hacer otra de nieve y lanzarla, impactó en mi rostro.

- Esto es la guerra.- dije mientras limpiaba restos de la nieve en mi cara, por un momento creí ver arrepentimiento en su rostro.

Empecé hacer bolas de nieve y a lanzarlas contra el, iba ganando pues todos mis disparos lograban darle.

Edric: ¡Emira, ayúdame!- gritó mientras trataba de esconderse.

Emira: No, tú solo te metiste en esto.

Edric: Poder de los gemelos.- gritó de nuevo confundiéndome, Emira sólo rodeó los ojos para empezar a caminar hacia el.

Emira: Si el dice eso, tengo que ayudarle, es un juramento, perdón Amity.- ahora era yo quien se encontraba en problemas, eran dos contra una, algo muy injusto si me lo preguntaban.

- ¡Peter, Peter!- el podría ser mi única salvación, me encontraba escondida detrás de un árbol cubriéndome de mis hermanos.

Peter: ¿Si, Amity?- el se encontraba solo mirando la escena con diversión, sonreí al percatarme que me llamó tal y como se lo había pedido.

La maldición de la princesa [Lumity]Where stories live. Discover now