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Han pasado toda la mañana en casa, viendo películas. Todas han sido elección del omega, y para el alfa son aburridas. Tratan sobre amor y esas cosas. Jeno sólo las aguanta porque a Jaemin le gustan y cuando las ve, no se está quejando de los dolores que el embarazado le ha dejado. Hoy cumplía los 8 meses y su estómago parecía querer reventar. Por la noche irían a casa de sus padres al Baby shower, gracias al cielo Jaemin era buen actor e hizo como que no sabía nada. Incluso lloró un poco para hacerlo más real.

Jeno mete una mano dentro de la camisa de Jaemin, él está sobre su pecho, disfrutando el calor y la película. Acaricia su panza, sintiendo los movimientos que el bebé da. Bajo su mano, siente a Jaemin removerse incómodo. Va subiendo, con tal de sentir más a su bebé, pero el castaño le para.

—No lo hagas.

— ¿Tocarte? —

—Muy arriba.

— ¿Por qué? —frunce su ceño. —Siempre lo hago.

—Si pero, ya no quiero.

—Tú tienes algo, dime.

Jaemin niega, pegándose más a Jeno y cruzando sus brazos sobre el pecho.

—Vamos, Nana. Puedes decirme.

—Es vergonzoso, déjame.

— ¿Es por el embarazo? —Jaemin asiente. —Entonces no lo es.

—Jeno... me da pena.

—Amor, está bien. Dime —acaricia su cabello, suave para darle confianza.

—Yo... yo tengo de esos protectores para el pecho por.... tú sabes.

—No sé.

— ¡Jeno! —chilla y le pega.

—Okay, okay —se ríe.— ¿Era eso? —

—Si, es horrible.

—Es tierno. Y hasta sexy.

—No lo es y estoy harto. Tengo 8 meses y casi no puedo ni respirar.

—Tenemos la cesárea programada en dos semanas, Nana.

—Estoy nervioso, no quiero que nada salga mal.

—.... No estás marcado.

Jeno lo suelta, tomando asiento en la cama y tirando de sus cabellos.

—Tranquilo, Jen.

—Si no estás marcado puedes hasta morir, Jaemin. ¿Cómo voy a estar tranquilo? —

—No va a pasar nada, ¿okay?, perdón por decir eso.

Sin contestar, Jeno vuelve a recostarse, abrazando y besando la cabeza del omega.

—Estará bien, Jeno.

—No quiero que te vayas.

—No me voy a ir. Aquí me voy a quedar.

—Te quiero, Jaemin —confiesa, apretándolo contra su cuerpo.

El corazón de Jaemin bombea fuerte en su pecho, tanto que cree que se saldrá. Trata de mantenerse al margen y contesta de igual manera.

—También te quiero, Jen.

°

Jaemin le sonríe a la gente que llega a la casa de los padres de Jeno. No conoce a nadie y le da nervios cuando alguien se acerca a saludarle. No sabe donde se ha metido el alfa, probablemente esté platicando con sus primos, pero Jaemin lo quiere aquí.

—Hola —una niña, de al menos 5 años le tira de su camiseta. Es de Jeno y por su estómago ya no le queda tan grande.

—Hola, nena —le acaricia el cabello.

— ¿Tú eres el novio de Jeno? —

—Eh, si, creo.

— ¿Por qué mamá dice que tienes un bebé dentro? —rasca su barbilla.— ¿Cómo siquiera lo metiste? —

—Bueno... yo- —

—Niña, vete con tu madre.

— ¡Jeno! —Ella se abraza a las largas piernas del alfa y éste le acaricia el cabello.

—Tu mamá te está buscando.

— ¿Cuál? —

—Averígualo.

Ella se va corriendo hasta donde dos mujeres están, una es más alta. Y la que es más baja, se nota más delicada y es la primera en abrazar a la niña.

— ¿Estás bien? —Jeno pone su mano detrás de la espalda de Jaemin.

El omega asiente con una mueca.

—Estoy bien pero no conozco a nadie.

— ¡Chicos! —Hanbyul entra del patio, sonriéndoles.— Al fin los encuentro, en especial a ti, Jaemin.

—Hola, papá —Jeno se acerca a Hanbyul, envolviéndolo en un abrazo.

—Hola, hijo —acaricia su mejilla.— Ven aquí, Jaemin.

Lo lleva por las escaleras hasta una habitación.

—Aquí dormía Jeno —Hanbyul dice, buscando algo.— Quiero darte algo que Jeno usó hasta que tuvo como, 4 años —busca debajo de su almohada.— Después lo puso... debajo de la almohada.

Alza más almohadas y lo toma. Camina a Jaemin, sonriendo.

—Ten —se lo pone en las manos.— Es la cadena de Jeno. Siempre la tuvo con él, creo que es como de la suerte y es especial para él.

Es una cadena de oro, con una plaquita y su nombre grabado en ésta.

—Es muy linda, gracias.

—De nada, ahora ven aquí.

Otra vez, toma su mano y lo lleva a otra habitación. Ésta es más grande y huele demasiado fuerte a Juhee. Entre sus cajones, Hanbyul rebusca.

— ¿Tienes estrías? —

—Mmmh si —Jaemin se sonroja.

— ¿Jeno sabe? —

—Si, y dijo que eran lindas.

—Lo sé. Así son los alfas, aman todas las marcas que el embarazo te deja.

— ¿Si? —

Hanbyul asiente, dándole un bote de crema.

—Cuando tengas la cesárea no sabes como se va a poner —se ríe. —Es para las estrías, pueden ser lindas para Jeno pero a veces duelen, eso te ayudará.

—Muchas gracias —lo abraza con bastante trabajo por su grande panza.

—También quiero que sepas que aunque Juhee sea muy tosca, es buena y te quiere. Está feliz de que estés con él, después de lo de- —

—Yeeun, lo sé. Jeno me dijo.

Hanbyul sonríe, asintiendo.

Bajan y ahora todos los invitados están ahí. Jeno presenta a Jaemin como su omega, y él no podía estar más feliz de eso.

Los regalos fueron buenos y les cayeron bien porque ellos no tenían nada. Ésta semana debían de ir por una cuna o su bebé dormiría en el aire. Jaemin se siente feliz, la familia del pelirubio fue muy amable y dulce con él, también conoció a los padres de Hendery y le agradecieron por lo que hizo. Juhee tampoco hizo algún comentario fuera del tema, hasta se mostró amable y ayudó a Jaemin varias veces cuando no podía más.

Estaba bien, Jaemin se sentía feliz de estar rodeado de gente buena.

𝐕𝐞𝐧 𝐚𝐪𝐮𝐢, 𝐲 𝐚𝐦𝐚𝐦𝐞Where stories live. Discover now