La niñez nunca hablada

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Ace y Sabo en toda sus jóvenes vidas nunca habían tenido tanto miedo como lo estaban sintiendo ahora mismo, ni siquiera cuando el pequeño Luffy había caído al rio y la corriente lo había arrastrado lejos, porque ellos sabían que a pesar de todo estaban allí para salvarlo y cuidarlo, pero… ¿Ahora? ¿Qué era diferente? Tal vez porque no sabían por dónde empezar, no sabían como salvarlo… ¿Cómo termino así?

Ellos aun creían fielmente que todo era producto de su imaginación, que su dulce, inocente y feliz hermanito estaba oculto en cualquier lugar del Sunny esperando ser encontrado por ellos.

En la planificación de sus planes no venía incluido nada de lo que estaban enfrentando ahora mismo. Simplemente esperaban llegar en la primera hora de la mañana, después de que el cocinero de la tripulación se levantara, esperarían pacientemente a que su bola de sol se despertara, entonces cuando los viera correría hacia ellos y los envolvería con sus gomosos brazos en un dulce abrazo que solo Luffy podía dar.

Lamentablemente sus planes no salieron según lo planeado.

¿Qué se supone que debían de hacer ahora?

- Akagami –dijo Ace rompiendo el incómodo silencio que se estaba formando en la habitación para alivio de los mugiwaras- debemos encontrar a Akagami

- ¿Akagami? ¿Estás seguro Ace? –preguntó Sabo mirando a su hermano pecoso-

- Estoy más que seguro –afirmó-

- Entonces esta decidido –hablo Sabo sin vacilación levantándose de su asiento- buscaremos a Akagami Shanks –dijo con decisión mientras salía a de la habitación sacando un pequeño den den mushi de uno de sus bolsillos-

- Llamare a Oyaji, él tiene el número de ese pelirojo –dijo Ace imitando la acción de su hermano rubio sacando de su mochila otro pequeño den den mushi-

- ¿Quién es ese Akagami? –preguntó Luffy mirando al espadachín con sus enormes ojos llenos de confusión-

- Es un amigo cercano de nuestro capitán –dijo Zoro con sinceridad ganándose un asentimiento en comprensión por parte del menor-

- ¿Cuándo conoceré a tu capitán? –preguntó ganándose toda la atención de los mugiwaras-

- Muy pronto Luffy –dijo acariciando levemente la cabeza del chiquillo-

- Ya veo… ¿Quiénes eran ellos? –preguntó refiriéndose a los hermanos-

- Ellos… ellos son los hermanos de nuestro capitán

- ¿Hermanos?

- Si, hermanos

- ¿Obtuviste algo Ace? –preguntó el rubio enguantado mientras se sentaba debajo de uno de los árboles de mandarinas-

- Oyaji me dio el número de su den den mushi –dijo Ace mientras sacaba un pedazo de papel enrollado y arrugado- ¿Y tú?