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Harry se encontraba en un estado de shock.
No había manera de que él estuviera viendo las cosas correctamente.
Cassandra Price, una compañera Gryffindor y amiga del Trío Dorado, no acaba de entrar en el Gran Salón de la mano de Draco Malfoy. El príncipe de Slytherin y el enemigo jurado de dicho trío.
No había ninguna manera sangrienta.
Pero cuanto más se acercaban ambos a su asiento en la mesa, más difícil le resultaba negarlo. Todas las esperanzas de él imaginando la pareja fueron aplastadas por el sonido de su otro mejor amigo, Ron Weasley, lanzando un ataque.
—¿Qué estás haciendo con Malfoy?— gritó el pelirrojo enojado.
Notó la tensión en el rubio y sintió un poco más de su corazón roto cuando Cassandra lo acercó a su cuerpo y apretó su mano para tranquilizarlo.
Esto estaba pasando de verdad.
—Harry, Hermione, Ron, ya saben quién es Draco. Pensamos que era hora de hacerles saber que estamos juntos.—La gran sonrisa en su rostro era enorme, una alegría pura irradiaba de ella, mientras sonreía a Draco, que la miraba como si fuera todo para él.
'Tal vez lo era'. Una voz áspera en su mente escupió amargamente.
Fue sacado de sus pensamientos por el sonido de Hermione hablando.
—¡Eso es genial, Cassandra! puede que no me guste tu elección en hombres...pero puedo ver lo feliz que te hace. me alegra que decidieras decírnoslo.— Cassandra se dirigió hacia ella, mientras Draco le daba un asentimiento y una pequeña sonrisa.
Ron rompió su pequeño momento de felicidad.—¡Maldito infierno, Hermione! ¿Cómo puedes permitir que Cassandra esté con un imbécil como Malfoy?— Se volvió hacia Draco. —La forzaste a estar contigo, ¿no? ¿Qué hiciste? ¿La estás chantajeando?— acusó.
Cassandra miró a Ron. —¡Ya basta, Ronald! Draco no me está chantajeando, muchas gracias. Estoy enamorada de él, y si todavía vas a ser mi amigo, vas a tener que aprender a aceptarlo.— Se volvió hacia Harry, sin esperar una respuesta del enojado Weasley.
—¿En cuanto a ti, Harry?— Todos los ojos estaban en él, incluyendo el resto del Gran Salón, que había visto la interacción durante todo el tiempo.
Miró hacia abajo a su plato, antes de volver a mirar hacia arriba. Lentamente, agitó la cabeza. —Lo siento, Cassandra, no puedo aceptar esto. Quizás algún día lo haga, pero ahora mismo es demasiado doloroso.— Dicho eso, salió corriendo del gran salón.
Cassandra suspiró tristemente, antes de mirar hacia arriba a Draco. —Francamente, fue mejor de lo que esperaba. Pero van a venir alrededor, sé que lo harán.— Draco envolvió sus brazos alrededor de su cintura, besándola suavemente en la frente. —Lo siento—, le susurró.
Ella sacudió su cabeza un poco mientras envolvía sus brazos alrededor de su cuello. —Está bien, sólo necesitan tiempo. Te veré después del desayuno, ¿sí?— Asintió, luego besó su frente de nuevo y caminó hacia la mesa de Slytherin.
Mientras se sentaba y hablaba con Hermione mientras desayunaba, sonrió. Era como si una carga se le hubiera quitado de los hombros. Su relación con Draco ya no era secreta, y se sentía genial.
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𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐓𝐑𝐀𝐃𝐔𝐂𝐓𝐎𝐑𝐀
𝐎𝐬𝐞𝐚, 𝐲𝐨. 💐
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