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Advertencia: Capítulo con contenido explícito.
Es mejor que un puñetazo en la cara.
Aunque Seungmin no creía que Hyunjin era el tipo de hombre que golpeara a otra persona que era más bajo y más débil que él.
Seungmin estaba todavía tratando de averiguar si él realmente lo merecía o no, pero si la forma en que la lengua de Hyunjin estaba sondeando contra sus labios era cualquier cosa cerca, entonces su conjetura sería que no, Hyunjin no estaba enfadado por el beso, y no quería herir a Seungmin por eso.
De hecho, esto realmente estaba empezando a sentirse muy bien. Como un hormigueo-hasta-los-dedos-de-los-pies. Seungmin gemía y su cuerpo se derritió cuando Hyunjin bajó su otra muleta y envolvió sus brazos alrededor de los hombros de Seungmin.
Hyunjin debía haber estado poniendo la mayor parte de su peso sobre su pierna buena, porque Seungmin tenía la sensación, aun cuando él estaba siendo besado sin sentido, chupando la lengua de Hyunjin, que ayudaba a mantener el equilibrio del guerrero en ese momento.
Desearía que él no fuera tan débil, ya que estaba prácticamente poniendo un poco de esfuerzo para sostener y seguir besando a este hombre, y a él no le importaba por qué Hyunjin estaba besándolo, no importaba si el hombre sólo estaba haciéndolo porque había perdido a su compañero y solo quería sexo.
Hyunjin es mi compañero, y yo voy a cuidar de él.
Aunque no quería hacerlo, Seungmin tuvo que alejarse del beso. Dios, la lengua de Hyunjin se sentía bien y sabía deliciosa. Él no pudo resistir morder un poco el labio inferior del hombre cuando se alejó y lo miró.
Hyunjin sonrió, y luego su mano grande y suave estaba tocando el cabello de Seungmin.
―Lo siento si no querías hacer eso, pero estoy bastante seguro de que no voy a poder detenerme ahora. Si quieres irte, debes hacerlo ahora antes de que hagamos algo equivocado y lleguemos demasiado lejos.
Pero eso era exactamente lo que quería Seungmin. Quería que esto fuera tan lejos como podría ir.
Agarró las manos de Hyunjin y las puso sobre sus hombros.
―Apóyate en mí ―dijo. Entonces comenzó a llevarlo hasta la cama.
Hyunjin no profirió una sola queja, y Seungmin sin lugar a dudas no iba a decir nada que pusiera este momento en peligro.
Tenía a Hyunjin sentándose primero, y luego agarró su camiseta por el dobladillo y la levantó sobre su cabeza. Las manos de Hyunjin estaban devuelta al momento en que su piel estuvo desnuda. Sentía esas manos callosas, ásperas, tocar sus caderas, su vientre plano y luego deslizándolas hasta su pecho.
Seungmin no pudo evitarlo y rió un poco.
―Creo que tengo cosquillas ahí ―dijo.
―¿Y te gusta?― le preguntó Hyunjin, sus dedos buscando los pezones de Seungmin, deslizándose sobre ellos hasta que fueron duras protuberancias y entonces los pellizcó.
