capitulo 4

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En otro pueblo a la misma hora...

Acababa de cenar, y allí estaba, pensando en él. En su cara, sus ojos, su nariz, su sonrisa... es perfecto. Sentía algo en su interior que solo sintió con un chico de su clase, pero eso no es importante ahora. Lo importante es que aunque solo lo conociera de hoy lo estaba empezando a querer. Estaba tan pensativa que no se había dado cuenta de que su amiga le estaba hablando.

¡¡¡¡Marta!!!!- gritó Miriam.

¡Qué!- dijo Marta asustada.

¿En qué pensabas?

En nada- dijo Marta intentando disimular.

No disimules amiguita... que te conozco.

Bueno si, pensaba en Álex. Es un chico que me gusta y que lo quiero como nunca antes había querido a otro chico.

Mañana..., después del curso..., puedes ir a verlo. Y de camino que te presente a su hermana. ¿No crees?

No se..., si ni siquiera se su dirección.

¿Para qué sirve internet? ¿Para qué sirven los móviles?

Pues tienes razón. Iremos a verlo.

Oye, ¿por qué no llamamos a María?

Vale, le contaremos lo que está pasando.- dijo Miriam riéndose.

Pero ya es muy tarde, y seguro está durmiendo o quizás esté cenando con Dani, ¿no crees?

Pues sí, mañana la llamamos.- terminó diciendo Miriam mientras se iba a la cama.

Marta se quedó un rato con el ordenador y agregó a Álex. Cuando lo agregó espero un rato a ver si estaba conectado pero, como pasó u rato y no la aceptó nadie se fue a la cama porque ya eran las once de la noche.

Su habitación es muy bonita, las paredes son azules y los muebles negros. Tiene una cama muy grande y tiene en la pared una foto enmarcada de ella con sus amigas Marta y Miriam.

 

un amor de adolecentesWhere stories live. Discover now