ʿʿ ✉ ⁝ 𝗦𝘄𝗲𝗲𝘁 𝗔𝗹𝗽𝗵𝗮 𖥻 Chɑnmin

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—Mira cachorro, estás bolsas son para ti.—Dijo Minho entregando le las ropas de Bangchan a Seungmin.

Seungmin recibió las ropas de Bangchan, rápidamente Seungmin vacío el contenido de las bolsas sobre su cama, dejando ver varias prendas de Bangchan.

—A-appa, ¿Estás son las ropas de Bangchan?—Dijo Seungmin tomando una camisa de Bangchan.

—Si, todas estas ropas son de Bangchan.—Dijo Minho viendo cómo su cachorro comenzaba a oler todas las prendas de Bangchan.

Seungmin no se sintió como se sentiría otro Omega, otro Omega se sentiría abandonado por el simple hecho de que su Alfa prefirió darle una tela con su aroma que a él mismo.

No, Seungmin se sintió amado, su Alfa se había preocupado por él, había mandado sus prendas para que Seungmin pasará su celo tranquilamente.

—Cariño, recuerda las cosas que debes hacer.—Dijo el Omega acercándose al otro Omega

—Si appa, ya se las cosas que tengo que hacer.—Dijo Seungmin oliendo una camisa de Bangchan.

—Bien pequeño, tú padre y yo iremos a dar un paseo para que tengas tú espacio, cuídate, si vas a usar el consolador, trata de no ser tan rudo contigo mismo.—Dijo el Omega abrazando a su hijo

—Está bien appa, nos vemos.—Dijo Seungmin correspondiendo el abrazo de su padre Omega

El Omega sonrió y salió de la habitación, dejando solo a Seungmin junto con las ropas de Bangchan.

Seungmin sabía algo, no iba a profanar el dulce aroma de su Alfa, así que no usaría el consolador mientras olfateaba las ropas de Bangchan.

No, Seungmin preferiría contruir un nido con las ropas de Bangchan que a profanar el dulce aroma de su Alfa.

Seungmin ya tenía construido su nido con la ropa de Bangchan, se adentro en éste junto con una camisa de este que le serviría para olfatear.

Seungmin estaba siendo inundado por el dulce aroma de ese Alfa, el Alfa al que tanto amaba, ese Alfa diferente a los demás.

Bangchan era especial, demasiado, tanto que cautivo el corazón del Omega, Seungmin teniendo a tantos Alfas a sus pies prefirió darle la oportunidad a ese Alfa tierno.

Seungmin amaba la personalidad de Bangchan, mejor dicho, amaba cada centímetro de Christopher Bang, el único Alfa que tuvo la decencia de preguntarle si podía cortejearlo.

Los demás Alfas solo llegaban y le ordenaban a Seungmin que tenían que ser cortejeado por esos imprudentes Alfas.

No, Seungmin no era de esos Omegas que cedían ante cualquier Alfa imponente, Seungmin tenía sus gustos. Y vaya que los encontró en Christopher Bang.

Un Alfa que amaba las mismas cosas que él, que sería capaz de entenderlo en todo, básicamente ambos tenían la misma mentalidad.

Bangchan respetaba a Seungmin, como Seungmin respetaba a Bangchan, un amor recíproco, dónde ambos se daban amor y recibían amor a cambio.

Seungmin lentamente cerró sus ojos, el aroma de Bangchan lo hacía calmarse demasiado, era relajante y tranquilizador, no era como esos aromas fuertes que los Alfas suelen tener la mayor parte del tiempo.

Para Seungmin, Bangchan era el Alfa más perfecto que podía existir, educado, respetuoso, cariñoso y demás cualidades que Hwang Seungmin amaba.

El Omega cayó en un profundo sueño, el aroma del Alfa lo hizo sentir demasiado pleno y pacífico, incluso logro calmar ese molesto ardor en su interior.

Cualquier Omega estuviera brincando sobre una polla o un consolador en su celo, Seungmin simplemente quería el aroma de su Alfa cerca para poder calmar su dolor.

Seungmin ya estaba decidió, quería a Christopher Bang a su lado para el resto de su vida, quería formar su propia familia con él, quería tener su boda con él, quería ser de Bangchan.

Bangchan estaba en su casa totalmente desesperado, la misma pregunta rondaba en su cabeza, ¿Estaría bien su Omega, no se sentiría rechazado?

Bangchan le daba demasiadas vueltas al asunto que ya no podía concentrarse en el dibujo que estaba haciendo.

Estaba preocupado por lo que su Omega pensará, Bangchan jamás permitiría que Seungmin se sintiera abandonado, eso jamás pasará.

—Mí pequeño Puppy, ¿Cómo debes sentirte en este preciso momento?—Dijo Bangchan cubriendo su frente con sus manos

Bangchan estaba preocupado y estresado, nunca quería que Seungmin se sintiera mal por su culpa, no iba a permitir que su Omega se alejara de él.

Después de todo, ese Alfa y ese Omega estaban enamorados y destinado a estar juntos por el resto de sus vidas.

—Pequeño, perdóname, perdóname por no ser un buen Alfa para ti y dejarte solo en el momento en que más me necesitas.—Dijo Bangchan viendo su fondo de pantalla de Seungmin.

Bangchan traía puesta su pijama de conejo rosa, la razón era simple, la ropa que tenía está mañana se la había dejado a Seungmin.

Las demás prendas estaban lavadas, por lo que Bangchan sabía que no habría demasiado aroma de él impregnado en la ropa.

Por lo que la ropa que tenía está mañana si, estaba llena de su aroma, así que dió esa ropa a Seungmin.

Y quién diría que justamente esa era la camisa que Seungmin tenía en estos momentos en sus manos, abrazando aquella prenda como si el Alfa estuviera ahí para él.