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Sus piernas ya no daban para más, todo su cuerpo le dolía a horrores, su vista se nublaba y no lograba distinguir los objetos, hace unos minutos que se había enterado por las malas que los demonios si existen. Su abuela siempre le contó sobre aquellas criaturas de la noche que vivían devorando humanos, pero sinceramente nunca le creyó, ya que la misma ancianita algunas veces creaba historias para asustarlo y mandarlo a la cama.
Lastimosamente, esta historia era verdad.
Desde que tenía memoria vivía con sus abuelos y padres, siendo una familia no muy unida pero humilde ya que el dinero y la comida faltaban, pero aún así no dejaban de apoyarse unos a otros. Su madre fué una mujer bastante dulce y amable, su padre alguien sencillo y bondadoso, sus abuelos eran quienes lo cuidaban ya que sus padres trabajaban todo el día en el campo, justo como en esta mañana.
•••••horas atrás, Sábado, 12:30a.m••••••
Desayunaba su plato de arroz, escuchando la radio y jugando con aquellas figurillas hechas con palos de madera que su padre le hizo cuando era más niño.
Los investigadores afirman que, dentro de algunos años, será posible viajar a la Luna y explorar nuestro sistema Solar.
Exclamó la voz de aquel hombre que provenía de aquella radio, escuchó atentamente antes de apagarla y salir al campo, no sin antes lavar su plato.
-¡Mamá!-se acercó emocionado repitiendo varias veces aquella palabra hasta llegar a la fémina-mamá.-
-¿Sí, ___________?-preguntó amablemente, dejando de lado las canastas que cargaba.-
-¿Tú crees que sea posible ir a la Luna?-esperanzado, esperó la respuesta de la mayor.-
-Hmm..-lo pensó durante unos segundos, mirando hacia el bello cielo celeste con nubes esponjosas-creo...que es posible, si hay más personas como tú, interesados en ir.-
La respuesta le hizo sonreir y dar saltitos, antes de tomar las canastas para ayudar a la de cabellos _________.
-¿Hoy saldrán al pueblo? ¿puedo ayudarlos?-
-Sí, aunque no creo que vendamos mucho. Claro, no te sobreesfuerzes mucho-asintió antes de entrar al viejo cobertizo. En cuanto abrió la puerta, varias partículas diminutas de polvo se elevaron por el aire, haciéndolo estornudar-cielos..le pedí a tu padre que lo limpiara hace una semana.-
-Estoy seguro que lo olvidó-su madre le dio la razón.-
Así era su día a día, durante casi toda la tarde estubo plantando más semillas para aquel campo; en la tarde sus padres tubieron que irse para vender todo lo que habían cultivado y sin más, entró a la casa para sentarse en su viejo futón y comenzar a dibujar en una pequeña libreta que compró hace varios años.
