Pandillas enemigas «Drakey»

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Chifuyu miraba aún asombrado a la chica que decía llamarse Baji Keisuke. Esos chicos definitivamente le habían mentido, no era posible que ella fuera un miembro de los Black Dragons, no porque no creía que una chica no pudiera pelear o ser parte de una pandilla, sino que ella se veía como una chica que definitivamente no estaba involucrada en esto de las pandillas.

Esos chicos, definitivamente se las pagarían por mentirle.

— ¿Ya terminaste de mirarme? Una foto dura más—. Sonrió la pelinegra de manera socarrona, dejando ver dos pequeños y filosos colmillos en su boca.

Al escuchar lo que dijo Baji, Chifuyu se sintió sonrojar de sobre manera, su interacción con chicas hasta el momento había sido casi nula, por lo que se estaba avergonzado a si mismo en este momento— Y-yo lo siento, es que-...

Baji miró atentamente los orbes verdes, esperando que continuará hablando, pero este callo abruptamente al escucharse tartamudear, lo que le parecía realmente adorable a Keisuke.

Hoy era su primer día en esa nueva escuela, y no había hecho nada más que escuchar rumores sobre ella. La mayoría eran ciertos, si estuvo en el reformatorio por haber sido atrapada incendiando un auto junto a Kazutora, si era parte de los Black Dragons. Las miradas la tenían cansada, por lo que en el receso para almorzar decidió quedarse en el salón en vez de ser el blanco de todas las miradas de los alumnos en la cafetería, sabía que si alguien se atrevía a murmurar idioteces sobre ella, terminaría golpeándolo y lo que menos quería en ese momento era meterse en problemas.

Ya había hecho llorar lo suficiente a su madre.

Se quedó realizando la tarea que había encargado el profesor de Japonés. La cuál se le dificultaba de sobre manera, debido a que muchas veces confundía la manera de escribir ciertas palabras, por lo que en esa materia le iba muy mal. Sus defensas se activaron cuando vio a ese chico rubio frente a ella, preguntando expresamente por Baji Keisuke.

Casi había reído al ver su cara de asombro cuando confirmo que ella era la persona que había estado buscando. Su cara incluso le recordó a la que habían puesto los miembros restantes de los Black Dragons cuando se enteraron que "El invencible Mikey", que había derrotado de una patada a su antiguo líder Taiju Shiba, era en realidad esa cosita rubia que comía de manera perezosa un Dorayaki junto a Kokonoi, quien parecía avergonzado por la actitud de su nueva líder.

Claro que hubo protestas por parte de los demás miembros, sin embargo, todas fueron calladas cuando Mikey derrotó sin ningún problema a los 15 tipos que la habían retado. Algunos miembros desertaron diciendo que no dejarían que una chica los lídere, otros se quedaron e incluso algunas chicas decidieron unirse a la pandilla también.

La de ojos ámbar chasqueo la boca al no encontrar la palabra que había estado buscando en el diccionario. Fastidiada simplemente la escribió como ella creía que se vería mejor. El rubio aún seguía parado frente a ella sin decir nada.