Désespoir

3.- Besos Escarlata

Creo que nunca valore lo bella que solía ser la vida. Tomados de la mano, sentíamos que nadie podría contra nosotros, nuestro mundo solo éramos ella y yo.
Y parecía que siempre estaríamos juntos o que al menos enjeveceríamos uno a lado del otro. No habia peleas ni discusiones, no había malos gestos ni repentinos celos. Todo era perfecto.

Sin embargo, un día de la nada "ellos" aparecieron y comenzaron a perseguir a todo aquel que se cruzará en su camino, sin excepción.
Fue tan repentino que al verlos por primera vez, mi instinto me hizo ir por ella y buscar su rostro entre los vivos. No sabía que era lo que ocurría, todo era un enorme caos y parecía que no había lugar a dónde huir, pero tenía que protegerla y mantenerla a salvo. Fue entonces cuando me di cuenta que el mundo no éramos solo ella y yo y que aún si solo quedáramos vivos nosotros dos, la vida seria horrible a partir de aquel momento.

Corrimos, pero "ellos" eran muchos más. A dónde quiera que íbamos nos encontrábamos con las mismas escenas, personas huyendo, peleando, muriendo. Los días dejaron de ser bellos para convertirse en sombríos y pestilentes horas en las que en cualquier momento podríamos morir.
Por la noche ya no había sueños, solo extraños guturales provenientes del exterior y cielos teñidos de una luz naranja. Las estrellas eran opacadas por la espesa neblina de carbono proveniente de algún lugar en llamas.

Y mientras nos ocultabamos juntos no podía dejar de pensar en quien moriría primero, porque era obvio que el mundo estaba en nuestra contra y no podríamos tener un final feliz de ninguna manera. Miraba tu rostro mientras dormías y me preocupaba el solo imaginarlo durmiendo por siempre. Tan solo no quería ver qué fueras otra persona.

El amanecer de la muerte llegó y te desperte. Teníamos que irnos de ahí antes de que los perseguidores nos encontraran, así que tomamos una ruta hacia ningún lado, sin saber si ahí nos podrían encontrar. Pero mientras más ruido hacíamos, las "personas" nos miraban y trataban de detenernos así que tuvimos que pasar por encima de ellos.
Finalmente tuvimos unos momentos de paz mientras la carretera nos guiaba hacia nuestro destino incierto, te bese y te dije que todo estaría bien sin saber si realmente lo estaría.

Continuamos por días, quizá semanas o meses, lo olvide por completo, ya no importaba el día ni la hora, solo me importaba tenerte junto a mí. Entre el sonido de las moscas y el olor putrefacto, tu voz y tu aroma eran lo único que quedaba de bello en este mundo oscuro.
Ambos sabíamos que no podíamos volver a los antiguos días, ahora éramos asesinos.

Y fue así como un día mientras huíamos, me descuide y trataron de atraparte, pero no lo lograron y tan solo te hirieron. Yo no sabía que esas heridas también me harían daño a mi en muy poco tiempo, corrimos por el atardecer mientras los casquillos volaban por el aire y "ellos" caían al suelo. Finalmente encontramos un lugar seguro para los dos, pero de un momento a otro comenzaste a cambiar, tus labios se sentían fríos, cambiaste tu dulce escencia por un terrible aroma, tus ojos comenzaron a apagarse. ¿Todo esto lo causo solo una mordida?.

Ya no había forma de ayudarte, sabía que en algún momento tu también me perseguiras como los demás, pero quería seguir estando contigo hasta el final. No sabía que hacer, tan solo me culpaba y quisiera estar yo en tu lugar ¿Pero culparme serviría de algo? De igual forma no volverías a ser la misma. Poco a poco te desvaneciste y por última vez te bese mientras manchas escarlatas brotaban de tus labios, entonces cerraste la ojos y te dije que te amaba. Pero esto ya no importaba ya que en ese momento ya estabas muerta.

Lo peor no fue verte morir, lo peor fue tener que ser yo quien te mataría una vez mas, pero no tenía las agallas de poner aquello en tu frente, mucho menos de jalar el gatillo. Pero pronto despertarias de nuevo, así que con todo el dolor de mi corazón te plante una semilla en la cabeza seguido de un río de sangre.
Llore por horas, no sabía si dejarte ahí o irme y dejarte atrás, mi vida ahora se había ido y en el exterior no había más que muerte. Aquellas personas que conocíamos, nuestras familias y amigos ahora solo eran cadáveres tratado de devorar a todo aquel que quedara vivo.

Salí del escondite y asesine a todo el que pude, un lago de pintura roja lleno el pavimento y a mi alrededor no había más que cuerpos, poco a poco se me terminaban las balas y mi furia no cesaba.
Cuando solo me quedo una, había una enorme cantidad de ellos alrededor de mi, esperando por destrozarme. Al final, me di cuenta que no tenía caso continuar sin ti, así que decidí ir y encontrarte a dónde sea que ahora estés, solo bastaba con poner esto en mi cabeza.

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Finalmente actualice este libro nuevamente jsjs espero no haberlos confundido mucho con esta historia, también espero que les guste mucho :'3