Eclipse [ Sasunaru ]

3. Provocaciones.

El rubio se despertó sobresaltado, ahuyentando a los mosquitos que habían interrumpido su sueño con la intención de comérselo vivo. Aún aturdido y algo somnoliento, se dio cuenta que ya había amanecido.

¡¿Cuánto tiempo había pasado ahí?!

Se reprendió a sí mismo por preocuparse por eso. No se le había encomendado ninguna misión para ese día, así que no había nadie esperando por él. Ni en la aldea en general, ni mucho menos en su casa. 

Sonrió irónicamente y con una pizca de melancolía teniendo eso en mente, hasta que su estómago gruñó. Y supo que ninguna persona lo estaba esperando allí, pero su ramen sí. Así que se dispuso a levantarse, con el cuerpo aún algo adolorido y cansado por el entrenamiento de ayer. Pero cuando logró ponerse de pie, algo lo detuvo antes de que pudiera emprender su camino de vuelta a casa.

Percibió un extraño chakra cerca de él. Uno muy conocido, y muy especial. Tan especial que logró que sus lágrimas llenaran sus ojos ante la sola ilusión de que ante él esté...

Sasuke.

El mismo por el que había estado esperando durante tantos años estaba a unos pocos metros de él, acostado entre el verde pasto, con los pocos rayos de sol que se colaban por los árboles iluminando su rostro. 

Parecía dormido. Sin embargo, no tardó en captar su mirada y devolvérsela.

Parecía una competencia de miradas, ninguno de los dos la apartaba, ninguno pestañaba, ninguno se atrevía a hacer ningún movimiento. 

Naruto estaba en shock, se había quedado inmóvil, incapaz de emitir ni un solo sonido. ¿Era real? ¿realmente estaba Sasuke Uchiha ahí? ¿o es que seguía durmiendo y estaba soñando, como otras tantas veces? 

No, se sentía muy real.

El ojiazul solo reaccionó cuando su amigo, de un salto, se puso en pie y comenzó a correr. 

Naruto no tuvo problema en llegar al Modo Sabio a tiempo y alcanzar a Sasuke, quien, maldiciéndose internamente, comenzaba a bajar su velocidad debido al cansancio y al temblor de sus piernas.

- ¡Te alcancé, dattebayo! - anunció el rubio colgándose del Uchiha para caer los dos al suelo. 

El golpe de la caída fue amortiguado por un kage bunshin que Naruto había logrado crear, pero eso no detuvo que el impacto doliera, sobre todo al rubio, quien se había puesto debajo para evitar que su amigo salga herido. Aún así, en ningún momento bajó la intensidad de su agarre.

- ¡Soltame! - gritó Sasuke al caer en cuenta en la posición en la que estaban. - ¿Qué mierda haces acá?

- ¡Yo tendría que preguntarte eso! ¿Por qué no estás en casa, si ya cumpliste tu cometido? 

Sasuke se soltó de un tirón y se paró. 

- ¿Casa, decís? yo no tengo una casa a la cual volver. - otra vez esa risa irónica. - Ya no queda nada para mí.

- ¿Qué estás diciendo? - dijo Naruto levantándose del suelo de a poco. - En Konoha todos están esperándote.

- Pfff - contestó Sasuke - ¿Konoha? ¿ese mismo lugar que ensució el apellido Uchiha? - Naruto lo miró enmarcando una ceja - Me importa un bledo ese lugar lleno de hipócritas.

- ¿Sasuke...?

- Y vos no sos la excepción. - Continuó Sasuke, y Naruto no comprendía nada de lo que este hablaba. - ¿Quiénes se creen que son para sonreír así? esa sonrisa que está pintada con la sangre de mi clan... pero yo voy a borrárselas de la cara, voy a enseñarles lo que es el sufrimiento.