Capítulo 3

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Al llegar. Enfrente de la cafetería, estaba un joven muy guapo, con una camisa color azul oscuro y pantalones negros.

Lo hacía ver tan seductor  y con un encanto rebelde.

En cambio, para él, al darse cuanta que alguien se acercaba al oír sus pasos.

Observaba a la joven que lo miraba igualmente mientras estaba parada a unos metros.

Ella vestía con un conjunto color verde, resaltando sus ojos, su cabello suavemente recogido en medio rodete, con unos mechones sueltos a los lados de su rostro ovalado.

Podría parecer que tenía su rostro limpio, pero el todavía podía notar el maquillaje natural. Al verla todos los días, si no lo notará, sería imperdonable.

— Hola.

— Hola, perdón por hacerte esperar. — Paso  uno de los mechones atrás de sus orejas, es un hábito cuando siente vergüenza.

— No es problema , ¿vamos?

— Está bien.

Ellos lado a lado caminaron al lugar que ella le recomendó para comer, es un restaurante con una gran variedad de platos y estaba muy cerca.

Antes de llegar a la puerta, él se adelanta y mientras le sonríe, le abre la puerta para ella.

— Las damas primero.

— Gracias. — Si no tuviera un vestido que expone un poco el pecho, ya se habría rasguñado. Siente muchas cosquillas.

Los dos van a sentarse y alguien se acerca para  tomar su orden  y esa persona  es el mismo chico que quiso darle su número y la dona  en la cafetería.

— Entonces tenías novio, podrías haberme dicho... — El joven tenía una expresión fea, como si hubiera sido engañado.

— ¿Perdóname? — ella sonríe rígidamente.

< ¿Qué le pasa a éste loco? >

— Podrías solo decirme que tenías novio, no fingir que no te gustan las donas. — Frunce el entrecejo.

— .... Las donas no tienen nada que ver, pero igualmente no me gustan. Ahora puede-

— ¡Estaba claro que estabas fingiendo!  — empezó a alzar la voz.

Si no tuviera a su chico ideal enfrente y quisiera dar una buena impresión... ya le hubiera hecho pulpa el rostro.

— Me estabas seduciendo, para luego fingir que no te intereso y ¡ahora tienes novio!

< Chico... ¿tienes problemas de memoria¿ , ¿o solo soy yo?  Porqué en ningún momento recuerdo tener la estupidez, ni la ceguera para seducirte. >

Ella estaba aguantando poner los ojos en blanco...

Él joven iba a decir algo más, pero Aiden lo interrumpe.

— Cuál es tu nombre ? . — se veía tranquilo al preguntar .

— ...Mathew. — está confundido, pero igual responde...

— Mm, ¿tienes 21 - 22 años?, ¿Cómo cuánto pesas?

— ¿Eh?... Bueno, tengo 22 .. creo que 60 ... no, espera, ¡¿Por qué te digo eso?!

— Bien, entonces, ¿podrías dejar de molestar y tomar la orden?

— ¡Tú!— entonces se dio cuenta que las personas lo miraban y murmuraban. Decidió pedir rápido su orden. — ¿Qué desean comer?

El yandere acosador está detrás de mí. Where stories live. Discover now