Esta historia se basa en lo que pasa después de la pelea contra Izana, en lo que fue de ambos pandilleros y su gran reencuentro luego de 12 años
Aclaraciones:
•No se mencionarán los saltos en el tiempo de Takemichi
•Los personajes no son míos, son d...
❤️-:Muchas gracias a las personas que comentan los capítulos, se siente bonito porque es como si les gustará, disculpen la demora del cap, es que la escuela me está comiendo viva y así, igual me gustaría que me dijeran si prefieren el estilo de escritura anterior o este❤️
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Koko e Inui se encontraban acostados en aquella enorme cama blanca, la luz de la luna se reflejaba por aquellas grandes ventanas cubriendo a ambos con ella, el Pelo blanco estaba durmiendo pacíficamente de cucharita con el rubio, sus brazos largos rodeaban toda su cintura apegandolo, sus latidos estaban sincronizados, pero, aquel rubio no dormía, aquel rubio no lloraba, aquel rubio...no reía
(Oh mi querido Koko...duerme, duerme profundamente, sueña y se feliz, porque cuando sea tiempo, te haré pasar el mismo infierno que yo vivo a tu lado) —Por mucho que la luna quisiera iluminar aquellos ojos celestes, solo se podía ver la profundidad de su alma, vacía, sin sentimientos y solo dolor, había un infierno que recorrer e Inui era quien había elegido la sentencia—
La noche parecía eterna, el sonido de ramas meciéndose por el viento arrullaban a Inui, pero no lograban dormirle, no lograban que la soledad fuera acompañada, a pesar de que ahora el estaba siendo abrazado por la persona que más quería se sentía solo, su dolor y sentencia era la misma, solo había cambiado el infierno. Al final la noche termino llegando así un nuevo día, una oportunidad más, Inui durmió poco pero lo suficiente para pensar con claridad, se dio giro con cuidado de no levantar al albino falso admirando su rostro de cerca, era tan bello, le encantaba la sensación de calma y cariño que esté le daba solo con estar allí, Inui deseaba que el tiempo se detuviera, que su dolor se fuera y que una nueva vida le acompañará, pero a veces el tiempo ni el destino son buenos...
—El albino abrió los ojos como platos cuando sintió la mirada del rubio, era extraño despertar con alguien a tu lado, habían pasado 12 años desde que lo hizo, le alegraba que fuera la misma persona, esos ojos azules le encantaban y hacían latir su corazón— Cuando te despiertas debes decir buenos días, y no quedarte mirando solamente... —Este dijo algo adormilado con su sonrisa picara que le caracterizaba, paso con delicadeza una de sus manos por la mejilla del rubio rompiendo aquel abrazo—
Lolamento...hace tiempo que no dormía con nadie así que lo e olvidado... —Bajo un poco su vista ocultando suavemente esos hermosos ojos entre sus largas pestañas, esa vista le encantaba a Koko e Inui lo sabía perfectamente, iba a utilizar todo lo que sabía sobre el para enamorarlo y luego destruir su corazón—
No te disculpes, me encanta ese gesto tuyo —Este no dudo en acercar más al rubio con la mano que aún se encontraba en su cintura dándole un suave beso en la frente— Pero ahora que estamos despiertos, aún lo puedes decir jeje
—Su corazón latía a mil, se suponía que el que causará eso sería el en Koko, no al revés, quizás su corazón aún latía por el, pero nunca más dejaría que aquella tenue voz opacara la razón del cerebro, no importaba que tan bien se sintiera en esa situación, su objetivo no cambiaba— Buenos días...Koko
