He recuperado mis recuerdos, y con su llegada, mi tranquilidad se ha desvanecido por completo.
Estoy en un conflicto sin solución. ¿Podrá este conflicto llegar a corromperme?
No lo sé, ni quiero siquiera comprobarlo.
Lo que en realidad quiero saber es, ¿podrás algún día perdónarme?
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NARRADOR OMNISCIENTE:
-En verdad es... un Shinigami... en verdad... ellos... ¡existen!
Sus ojos negros profundos veían con confusión a aquella criatura que se creía inexistente, pero que a pesar de eso, se encontraba en ese mismo instante presenciando a una.
Su expresión demostraba su debate mental en ese mismo instante; sus ideas revueltas se acomodaban lentamente como un rompecabezas, hasta que en algún punto estás hicieron "click" confirmando así la teoría que atormentaba a Ryuzaki. La teoría que tanto deseaba alguna prueba la cuál la negara.
-¿Dos libretas? Tiene que haber dos libretas, ¡posiblemente más!
Volvió su mirada en dónde debía estar la libreta, pero sólo encontró sus manos vacías flotando en el aire.
La libreta yacía en las manos de Light, el cuál tenía la misma expresión de Ryuzaki al ver a tal criatura rara. Sus ojos casi saliendo de sus cuencas y su boca extremadamente abierta le pareció a este un poco exagerada, pero a la vez le dió gracia al ver que el castaño había reaccionado de una manera más real que él. Más sin embargo, eso fue lo que Ryuzaki pudo interpretar.
-Ah... ¿Estás bien Light? Supongo que ver a ese mounstro sorprende a cualquiera.
-Ryuzaki...
-Dime.
-Quiero revisar esto. Trataré de comparar los nombres de esta libreta con los de las víctimas.
No se esperaba aquella respuesta. Si bien él sería más de decir aquello, no esperaba que Light ni se inmutara en hacer algún comentario sobre aquel monstro.
-¿Ah? Está bien, como quieras, parece ser una buena idea.
Volteó su vista de vuelta en el Shinigami y su grupo de policía, dejando a Light hacer su trabajo.
-Señor Yagami, por favor lleve a Higuchi al auto.
-Bien.
-¿Sabes? Acerca de la libreta.-- La voz de Light lo hizo centrar su atención en el mismo, escuchando lo que este preguntaba.-- ¿Me pregunto que obtendremos con un análisis forense?
-Me extraña que digas eso Light. Ambos sabemos que está más allá de la ciencia.
-Cierto, tienes razón.-- Dijo después de una fugaz risa.
¿Por qué hacía esa pregunta tan de repente si la respuesta era obvia?
Quería tomarlo como una pregunta sin sentido, pero algo le impedía creer fielmente.
-¡Ryuzaki! ¡Higuchi está...!
Aquel hombre que hace unos segundos estaba bien, comenzaba a retorcerse de dolor a la vista de todos los presentes. Sin explicación. Sin razón.
Sólo podían ver cómo este moría lentamente a causa del repentino ataque al corazón.
-¿¡Qué está pasando!? papá, ¿qué haces? No podemos perderlo, ¡si Higuchi ahora...!-- Reclamaba un alterado Light, disimulando el placer y la satisfacción que sentía en ese momento de saber que todo había marchado a la perfección de acuerdo a su plan.
¿O casi todo?
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El incómodo silencio que invadía el lugar de trabajo impedía a los integrantes del grupo policiaco formular palabra alguna.
Habían podido atrapar exitosamente a quien era Kira en ese momento, incluso habían descubierto cómo es que este mataba; lo cuál era información que permitía a la investigación avanzar, pero ahora tenían que lidiar con el shinigami dueño de aquella libreta, quien no parecía tener la más mínima intención de hacer algo al respecto.
Aizawa tomó la libreta entre sus manos y comenzó a leer las instrucciones de uso dentro de esta.
Mas sin embargo, parecía que Light estuviera ignorando aquello por completo, sumido en sus propios pensamientos sin importar los fuertes quejidos de Matsuda hacia Aizawa.
-Light...-- La voz de Ryuzaki interrumpió sus pensamientos, mientras sentía su cálida mano tocar su hombro con delicadeza.-- ¿Pasa algo?
Su mirada tranquila y relajada lo hipnotizaron. Su corazón comenzó a aumentar sus latidos y su pecho empezaba a picar.
-No, no es nada importante.-- Rápidamente desvío su mirada al percatarse de su involuntaria expresión. Su mano en su rostro hacia un desesperado intento de ocultar sus notorias mejillas color carmesí, mientras trataba de volver su ritmo cardíaco a la normalidad.
El azabache notó esto entre sus acciones tan torpes y desesperadas, más sin embargo no pudo hacer algo al respecto. Se reprimió tanto en hacer alguna "estupidez".
-Light, ve a descansar. Necesitas dormir después de tantas horas de trabajo.
Los ojos negros del azabache clavados en el castaño impidieron al segundo denegar aquella oferta, si no más bien sentía que si lo hacía, su culpa lo consumiría y comenzaría a perder la razón y llegar a hacer algo que afecte aún más su situación.
-Bien.-- Dijo sin mucha fuerza. Se levantó de su silla y caminó hacia las escaleras de vidrio, ignorando al cuerpo policiaco y al shinigami, quien observaba detenidamente las acciones de este, vigilando que no hiciera nada que afectará a su amada humana.
El azabache sólo se limitó en verlo subir aquellas escaleras de vidrio, y cuando lo perdió de vista, regreso a la cruda realidad. En dónde recordó que al menos en ese momento, no podían estar juntos.
