Cap. 17

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POV T/N

Estuve a punto de atragantarme con mi café matinal cuando vi la cuerda enrollada en la pared. Desde que Armin dijo que pensaba atarme, no dejo de ver objetos adecuados para tal acción en toda la casa.

Y el se daba cuenta.

—¿Te gusta la cuerda? Es muy fuerte, serviría para atar una hamaca y resistiría el peso de cualquier hombre.

— Es muy... Interesante — tengo miedo, probablemente sólo sea paranoia.

Unos minutos después Armin se fue a la habitación y al rato me llamo.

—¡T/N! ¿Podrías venir un momento? Necesito que me ayudes con la corbata.

—¿Con una corbata?— pregunté extrañada comenzando a caminar hasta el cuarto.

Nunca lo he visto con corbata.

— Si, voy a vestirme bien para la competición de la semana que viene. El aspecto exterior es importante para la presentación del martini.

— Pero aún no lo has creado...

— Pero quiero estar preparado.

Entre a la habitación y lo encontré delante de su armario, junto a las camisas y a los trajes, había un estante lleno de corbatas.

— Tienes muchísimas...

— Así es, las he comprado aquí y allá, las uso muy poco — aclaro .

Me miraba con tanta ironía y humor, que supe que me estaba torturando apropósito. Después alcanzó una corbata de color vino y se giró hacia mí como si fuese el exorcista.

— Deberías ponerte una, te verías... — me sonrió con malicia — Te verías muy linda.

—¿Y-yo? — pregunté retrocediendo hacia la cama — Yo no uso corbatas...

El me siguió hasta acorralarme, me puso la corbata en el cuello y le hizo un lazo muy despacio.

— Pues tendrás que usarla, preciosa, es obligatorio para la competición.

— A-armin...

El se apartó un momento y me miró de arriba hacia abajo.

— Te queda muy bien, y ahora, sígueme.

No se que es lo que pretende, pero al ver que camina hasta la cocina, lejos de él resto de corbatas y demás cosas, obedecí.

—¿A donde vamos? — me atreví a preguntar.

— Crearemos un martini capaz de ganar ese trofeo.

—¿ A las diez de la mañana?

— Me siento inspirado. — yo sacudí la cabeza y me puse frente a él.

—¿Ponerme una corbata te inspira?

El abrió uno de los estantes de la cocina y saco dos botellas.

—No, la inspiración está en cuando te quite la ropa.

—¿A eso le llamas inspiración? A mí me parece que es emborracharse y quedarse desnudos a las diez de la mañana.

—Si, eso también — hizo una mueca con los labios.

Saco unas frutas de la nevera y se puso a trabajar. Sentí curiosidad y me acerque a la isla en medio de la cocina, me apoye en la encimera y le mire fijamente.

—¿Como lo vas a llamar?

El se acercó a mí, se relamió los labios y desabrochó tres botones de mi camisa — la cual era suya y me la había quedado la noche anterior— parte de mi sostén quedo a la vista.

|| Enamoramiento azul - Armin Arlert. ||Where stories live. Discover now