Híbrida

Nuevo poder 2/2

Narra Victoria.

-No creo que pueda estar mucho tiempo afuera. –dice Gael colocándose una camisa.

-¿De qué hablas? –me cambio.

-Hace...varias décadas, hice algo que a tu padre no le gustó. –lo miro.

-¿Qué hiciste?

-Lo que importa ahora es que no puedo estar mucho tiempo afuera del castillo, el tiempo que tengo al salir es de 1 hora, si sobrepaso la hora algo drena mi fuerza hasta que muera.

-Por eso estabas tan agotado. –asiente. - ¿Qué hiciste? –me mira sin decir nada. - ¿No me dirás? –aprieta sus manos conteniéndose, según Chase, no podía ocultarme nada, simplemente decía la verdad, no podía mentirme. De seguro era una tortura para él, pero quería saber. - ¿Cuán malo es? –estaba más tenso de lo común. –Sabes que si tú no me lo dices, lo hará Joswell ¿cierto? –un brillo de dolor pasa por su mirada. - ¿Intentaste asesinarlo? –niega. –No me enojaré, lo prometo. –me acerco y suspira. –Puedes confiar en mí.

-Bien...-se aclara la garganta. –Ayudé a Carmín a escapar. –lo miro.

-¿A Carmín...? ¿Perdiste la razón?

-Estaba enojado, mi madre había muerto, sentía que Joseph no hacía nada...fui un idiota, lo sé, debí asesinarla.

-¿Estabas enamorado de ella?

-No, solo lo hice por rabia. –niego. –Le juré a tú padre asesinarla la próxima vez que la viese.

-Eres un idiota.

-Lo sé. –baja la mirada. –Me lo repito cada día. –suspiro.

-No puedes acompañarnos, no si tienes el tiempo contado. –me mira. – ¿Joswell o Joshua saben cómo quitarte eso?

-Dudo mucho que lo hagan, no confían en un Vermont, menos en mí. –tomo su mano y salimos. Me acerco a Joshua y me mira.

-¿Sabes cómo quitarle la maldición que mi padre le puso?

-Sí, pero no tengo la fuerza para quitársela.

-Lo necesitamos, es fuerte.

-Victoria, tomará horas reunir la fuerza necesaria para quitársela, podemos hacerlo cuando vuelvas, primero hay que traer a la chica lobo y al próximo Alfa.

-Él tiene razón, Vic. –dice Gael y suspiro frustrada.

-No le des la razón, idiota. –se ríe.

-Hagamos algo, los acompaño y me devuelvo antes de que mi tiempo se acabe. –lo miro. –O quizás nos devolvamos juntos, no lo sé.

-Bien. –sonríe.

-Es hora de irnos, par de ninfómanos. –dice Joswell en el umbral de la oficina.

-Solo estás celoso. –dice Gael y siento mis mejillas calentarse.

-Oye. –se ríe y pasa su brazo por mis hombros.

-Vamos.

Habíamos partido hace rato, Joswell se detiene.

-Hay algo raro. –dice mirando varias casas.

-¿A qué te refieres? –digo.

-A que todo está muy callado. –dice Gael.

Era cierto, todo estaba callado, para ser un vecindario. Se escucha un ruido, de una chica sollozando.

-¿De dónde viene? –digo.