Examen y... ¿mentiritas?

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Capítulo .•°•.•°•♡•°•.•°•. 10

Desperté de golpe al sentir una mano dando palmadas en mi espalda

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Desperté de golpe al sentir una mano dando palmadas en mi espalda.

La luz de la lámpara con la que Jimin y yo estábamos estudiando se hacía aún presente, la señora Park había entrado.

—¿Te quedarás a dormir como costumbre joven Yoongi? O prefieres ir a tu casa, porque ya son las doce —habló en un tono bajo— y en unas horas es el examen.

Giré mi vista a Jimin, se encontraba recostado sobre un libro. Estaba dormido.

—Me quedaré —dije a lo que la señora Park asintió.

—¿Me ayudas con Jimin? Ya no es un bebé, no tengo fuerza suficiente para llevarlo en brazos hasta su habitación. 

Asentí con una sonrisa y me levanté de la silla, me estiré un poco y luego me agaché. Mis brazos sujetaron a Jimin, para mí sigue siendo  un bebé.

Un bebé que estudió por montones durante este mes. El tiempo pasó volando, solo espero haberle enseñado lo suficiente.

—Te guiaré, aunque ya conoces la habitación —comentó empezando a caminar.

Con Jimin en brazos seguí a la señora Park, en medio del pasillo pude escuchar los ronquidos resonantes de lo que parecía ser un monstruo, un viejo y panzón monstruo.

Al llegar, la madre de Jimin abrió la puerta dejándome entrar y encendió una lamparita. Caminé hasta la cama y acosté a Park delicadamente.

—Tú, ¿piensas que podrá aprobar, joven Yoongi? —preguntó mirando con dulzura a su hijo— se ha esforzado mucho.

—No puedo asegurarle que apruebe siendo el mejor de todos los estudiantes, pero logrará tener los puntos suficientes para entrar a la carrera que él tanto quiere.

Su madre giró a mirarme sorprendida por lo que acababa de decir.

—Nunca mencionó tener una carrera en mente.

—Tampoco me la mencionó, no explícitamente. Siempre ha querido una en especial, solo no se sentía capaz de ingresar o hacerlo bien. 

La mirada de la señora Park seguía fija en mí, quería que revelara mi suposición. 

—Podría apostar un kilo de mandarinas a que quiere seguir lo pasos de su padre —solté.

Ella dio un salto de emoción, comenzó a sonreír feliz.

—¿Enserio lo crees? Su padre siempre ha querido que Jimin estudie para ser maestro de literatura, no se lo dijo porque es algo estricto y a veces duro. 

¿A veces? Señora, si usted pasara aunque sea unos minutos como su alumna y ya querría el divorcio. 

—En el fondo, mi Changho está orgulloso de Jimin. Después de todo es su hijo, si escucharas todas las cosas buenas que me dice del pequeño te quedarías asombrado.

Oh, my gay! |yoonminWhere stories live. Discover now