Capítulo I - Parte I

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Reki, un chico omega que ha vivido toda su vida fingiendo que es un alfa, lo que explica su actitud caprichosa, pero a pesar de ser realmente insoportable en algunas ocasiones, es muy dulce e inocente por dentro. Su situación familiar ha sido la causante de que se cierre al resto y forme un escudo para que no le dañen...

[...]

Capítulo I: Ese Alfa con olor a Omega

Era un caluroso día en Okinawa, otro dia caliente y sin emoción para un Alfa proviniente de Canadá, un hermoso y frío lugar, rodeado de montañas nevadas y con refrescantes brisas mañaneras...

No era que Okinawa no fuera bonito... realmente lo era, sin embargo para aquél Alfa de cabellos celestes cedosos, ojos azul verdosos y una actitud realmnete fría y repelente a cualquiera que se le acerque por interés, le era indiferente a aquél lugar, pues desde que su padre falleció y se mudó con su madre a su pueblo natal, Okinawa, este joven Alfa a perdido su emoción y brillo día con día, solo se seguía levantando para no preocupar a su madre, que ahora era lo unico que tenía, pues ya ni su deporte favorito Snowboard podría realizar al no sentir emoción alguna por este desde que su padre ya no está...

A duras penas logro levantarse de la cama, sentia como la mañana aún sin sol era bastante calurosa, odiaba el calor, se apresuró a alistarse para la escuela, preparó el desayuno para el y su madre, se aproximo hacia la habitación y le habló suavemente para despertarla.

Langa— mamá.... mamá... despierta ya está el desayuno y si te hara tarde...

Nanako— mmmm, que sucede hijo mio? Que hora es? —Bostezó.

Langa— son las 5:30 de la mañana...

Nanako— ¿¡Que!? —Se levantó de un salto y empezo a correr para alistarse. —Langa cariño, me hubieras despertado antes, no es necesario que hagas el desayuno todas las mañanas, tu puedes dormir más tiempo...

Langa— no hay problema mamá, lo hago por que quiero. —le dio una ligera sonrisa. —Vamos alistate y te espero para desayunar. —langa salió de la habitación y mientras esperaba se puso a limpiar la cocina y prepararse un almuerzo para el receso en la escuela.

Nanako— mmmm cariño, de verdad que huele muy bien... Gracias mi bebé, pero tienes que dormir más, aún eres muy joven, deberías levantarte tarde y salir a divertirte en las tardes.

Langa— no es necesario...

Langa usualmente mantenía una expresión seria y fría, sin embrago siempre sentía bastante tristeza y nostalgia por dentro, su madre lo sabía y lo notaba, pero este aún trataba de sonreirle a ella para que no se preocupara demasiado, aunque al parecer no tenia el suficiente afecto.

Nanako— ahh. —Dió un suspiro bastante pesado. —Hijo llevamos una semana a penas aquí, deberías darle una oportunidad, hay varios lugares entretenidos como ferias o tiendas, puedes salir a divertirte y hacer amigos, solo no descuides la escuela ¿de acuerdo? Sabes que es lo que tu padre querria...

Langa— pero el ya no esta aqui... —dijo pesadamente mientras observaba al suelo,  de pronto levanto la mirada pues se dio cuenta de que no lo habia pensado, si no que lo habia dicho... —P-perdon mamá, no quise...

Nanako— no hijo, esta bien, tienes razón  —Soltò un par de lagrimas pero utilizó un tono más fuerte de voz. —Pero aun así, el sigue presente con nosotros, y el querría que vivieras una buena y feliz vida...

Nanako no pudo contener más sus lagrimas y empezo a llorar levemente, langa se sentia terrible, no solo no podia evitar que su madre se preocupara, si no que tambien la hacia sentir mal... ¿Que tan mal hijo podía ser? Ese era su pensamiento.

Pasión de Skaters - Reki × LangaWhere stories live. Discover now