That family is mine [2Seok]

[21]

Era una tarde tranquila, Seokjin se encontraba sentado en uno de los sofás de la estancia de su departamento mientras observaba a su madre, quien jugaba felizmente con Taehyung, el cachorrito miraba a la omega con adoración y por supuesto que el sentimiento le era correspondido por la mujer. 

Ese día terminó de impartir clases un poco más temprano, debido a que los alumnos tenían que asistir a una conferencia en la que les hablarían de los requisitos para el ingreso a la universidad, el alfa no estaba interesado en ello, así que se marchó antes y al llegar a casa se enteró de que su padre había salido, diciendo únicamente que asistiría a una entrevista de trabajo.

El agradable momento terminó cuando la puerta del departamento fue escandalosamente abierta por el señor Kim, quien se adentró al sitio con una brillante sonrisa, que se desvaneció al escuchar los alaridos de Taehyung debido al susto que le provocó el estruendo.

—¿Qué...

—¡Tú, Kim Hee Joong, maldito inconsciente, casi nos matas de un susto!—Exclamó la omega con molestia observando a su ex esposo cerrar la puerta del sitio con rapidez.

—Mujer, por favor, no arruines mi buen humor.—Pidió el alfa con una expresión despreocupada, mientras que Seokjin abandonó la comodidad del sofá para acercarse a su madre y tomar en brazos al bebecito con la intención de calmar su llanto, el cachorrito no opuso resistencia, en lugar de ello se aferró a Jin como si se tratara de un asunto de vida o muerte.—Lamento tanto haberlo alterado.—Expresó mostrándose apenado y su hijo suspiró.

—No importa, ya casi es hora de su baño, así que empezaré a prepararlo, pero antes dime ¿por qué entraste de ese modo?—Cuestionó acomodando mejor al bebé entre sus brazos, quien escondió su rostro en el cuello del alfa.

—¡Conseguí el empleo!—Gritó felizmente y corrió hasta donde Hye Kyo, abrazándola fuertemente, la omega correspondió al abrazo y como en los viejos tiempos rieron dichosos, sin embargo, esto no duró mucho, pues fueron interrumpidos gracias a un carraspeo por parte de Seokjin, quien sonreía con diversión.

—Soy consiente de que están divorciados pero si siguen de esa manera no duden que hasta Hoseok empezará a ilusionarse con verlos regresar.—Comentó con simpleza provocando que ambos se separaran con nerviosismo queriendo explicar que todo se trataba de una confusión, pero no pudieron aclararlo porque su hijo se marchó a pasos rápidos del lugar.  

Media hora más tarde Seokjin se encontraba nuevamente en la sala de su hogar con un libro en mano, observando al cachorrito jugar tranquilamente con un oso de felpa, ocasionalmente el bebé dejaba escapar suaves carcajadas que provocaban en el pelinegro una sonrisa para observarlo fijamente, admirando los rasgos que había heredado de sus padres.

Tenía que admitirlo, el cachorrito era prácticamente una copia de Jungkook, lo único que había heredado de Hoseok era el hermoso tono marrón de sus ojos y el lunar del lado derecho del cuello, pero a Seokjin no podía importarle menos, él adoraba al bebé, estuvo presente prácticamente en todo el embarazo de su pareja e incluso estuvo a su lado cuando el momento de dar a luz llegó. 

Jamás olvidaría absolutamente nada de esa madrugada, la manera en la que Hoseok teniendo a muchas personas a quienes llamar, decidió que fuera él quien lo acompañara, no olvidaría el sin fin de insultos que el omega lanzó al aire por el dolor que sentía durante la labor de parto, mucho menos podría sacar de su mente el terror que sintió cuando fue sacado de la habitación en la que el omega se encontraba, pues todo se complicó llevando a Hoseok a perder mucha sangre.     

Señor, necesitamos que en caso de que todo se complique más decida a quien debemos salvar ¿al omega o al bebé? 

La voz de la doctora que llevó el parto de Hoseok resonó en sus oídos, ese era uno de los pocos recuerdos que deseaba olvidar. Sin dudarlo eligió a Hoseok y se sintió tan feliz cuando le hicieron saber que ambos estaban a salvo.