Un nuevo equipo.

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Días antes...

Las personas salían sus horas laborales, y se dirigían a sus casas a descansar, unos usaban sus autos, otros iban a la estación de tren más cercana, y otros esperaban un taxi.

"¡Taxi!". Gritó una mujer mientras levantaba su mano.

El taxi se detuvo, y quito el seguro de la puerta trasera para permitir su entrada.

"Muchas gracias, pensé que me quedaría hasta las 11:00". Dijo la mujer con alivio.

"No pasa nada, es desesperante encontrar un buen servicio a estas horas, señorita". Dijo el hombre.

La señorita le dio sus indicaciones, y el taxista las seguía al pie de la letra.

El viaje estaba a punto de terminar, pero el taxista se detuvo...

"Señorita, fue una linda conversación, pero tengo una meta que conseguir". Dijo el hombre mientras se ponía un guante y volteaba hacia ella, confundiendola.

El hombre sin darle oportunidad de reaccionar a la mujer, puso aquella mano sobre su rostro, hasta desmayarla.

. . . . .

La mujer no podía ver nada, solo había oscuridad, asimismo ni veía un límite en el lugar en el que estaba.

"Veo que al fin despiertas". Dijo un hombre.

Entre toda la oscuridad, una puerta se fue abriendo, emergiendo una luz lentamente.

Un terrible hedor fue percibido por la mujer, era tan horrible y desagradable que no pudo soportar más y vomito.

"¿Qué es este lugar?, ¿en donde estoy?". Dijo la mujer con poca capacidad de recomponerse ante el olor.

"¿Esto? Oh, nada importante. Aquí simplemente es un sitio desagradable en donde hago mis pruebas, y ustedes son mis ratas de laboratorio". Dijo la voz sin mucho interés.

Miro bien a su alrededor, y el hedor era provocado por una gran cantidad de cadáveres a su a ver. Ancianos, hombres... niños, todos uno sobre otros.

"No lo malinterpretes, esto no es nada personal. Pensaba que un niño sería capaz de procesar más información, pensé que un hombre sería capaz de soportarlo por su fuerza de voluntad, incluso que un anciano sería más fácil de manejar tras su muerte, ¿quieres saber cuál es mi teoría contigo?". Preguntó el hombre.

La mujer comenzaba a alejarse, pero entre los cadáveres, algo comenzaba a moverse.

"No me puedes engañar. Se nota a leguas un feto creciendo y creciendo en tu interior. Diría que tendrías un mes con él". Dijo el hombre mientras miraba como un parásito bastante grotesco salía de los cadáveres.

"Tengo la siguiente teoría: "el parásito matará el bebé con la magnitud de información que posee, te podrá doler, incluso desearás la muerte, pero TU podrás procesar la información con ese sacrificio, y podrás usar su potencial a todo su esplendor. Pero solo es una hipótesis". Dijo el hombre, mientras la mujer comenzaba a levantarse rápidamente para correr hacia la puerta.

"Decide, ¿serás mi peón o serás uno más entre los cadáveres? La decisión es tuya". Dijo el hombre mientras cerraba la puerta lentamente.

"¡No por favor! ¡No me dejes aquí, te lo ruego!". Suplicó la mujer corriendo hacia la puerta, pero el parasito la sujetó de la pierna.

"Sobrevive por favor, tengo mucha fe en este proyecto". Dijo el hombre antes de terminar de cerrar la puerta.

Esta es la Única FormaWhere stories live. Discover now