50 sombras de Jauregui (PAUSADA).

CAPITULO 8

CAMILA'S POV.

Lauren se pasa las manos por el cabello y se pasea de un lado a otro de su estudio.

Dos manos, eso es doble exasperación. Su control de hormigona habitual parece haberse deslizado un poco.

-No entiendo por qué no me lo dijiste- ,me reprocha.

-El tema nunca surgió.
No tengo la costumbre de revelar mi estado sexual a todos los que conozco. Quiero decir, apenas nos conocemos-.

Me estoy mirando las manos.

¿Por qué me siento culpable?

¿Por qué está tan enojada?

La miro.

-Bueno, ahora sabes mucho más sobre mí- ,espeta, su boca se aprieta en una línea dura.

-¡Sabía que no tenías experiencia, pero que eras virgen!-.

Lo dice como si fuera una palabra muy sucia.

-Diablos, Camila, te acabo de mostrar- ,gime.

-Que Dios me perdone.
¿Alguna vez te ha besado alguien, aparte de mí?-.

-Claro que lo eh hecho-.

Hago lo mejor que puedo para parecer ofendida.

De acuerdo... tal vez dos veces.

-Y un buen joven no te ha sorprendido, simplemente no lo entiendo.
Tienes veintiuno, casi veintidós.
Eres hermosa-.

Se pasa la mano por el cabello de nuevo.

Hermosa.

Me sonrojo de placer.

Lauren Jauregui cree que soy hermosa.

Entrelazo mis dedos, mirándolos fijamente, tratando de ocultar mi sonrisa tonta.

Quizás es miope, mi subconsciente ha levantado su cabeza sonámbula.

¿Dónde estaba ella cuando la necesitaba?

-Y estás discutiendo seriamente lo que quiero hacer, cuando no tienes experiencia-.

Sus cejas se fruncieron.

-¿Cómo has evitado el sexo?
Dime, por favor-.

Me encojo de hombros.

-Nadie realmente, lo sabes-.

Sube a cero, solo tú.

Y resulta ser una especie de monstruo.

-¿Por qué estás tan enojada conmigo?-.

Yo susurro.

-No estoy enojada contigo, estoy enojada conmigo misma.
Solo asumí-.

Suspira.

Me mira con astucia y luego niega con la cabeza.

-¿Quieres ir?- ,pregunta con voz suave.

-No, a menos que quieras que me vaya- ,murmuro.

Oh no.

No quiero irme.

-Por supuesto que no.
Me gusta tenerte aquí-.

Frunce el ceño mientras dice esto y luego mira su reloj.

-Ya es tarde-.

Y se vuelve para mirarme.

-Te estás mordiendo el labio-.