My Daddy

capítulo 4

[2 meses después]

-despierta- dijo una voz ronca moviéndome delicadamente

-cinco minutos más- dijo dándole la espalda

-vamos princesa, no quieres acompañarme a mi trabajo?- me pregunto. Lo único que quiero ahora es dormir

-okey- dije sentándome

-que quieres ponerte?- dijo agarrándome de la cintura para bajarme de la trampa mortal donde me tenia cautiva

-no se- dije mientras me ponía en el suelo

    Al final me puso una falda como la que llevaba en el orfanato y una camiseta corta. Nos metimos en su camioneta y condujo hasta una de sus empresas, en todo el trayecto estuvo en silencio y no se muy bien por que pero no me dirigió ni una mirada. Llegamos y nos adentramos a el gran edificio del que el es dueño. 

-es muy lindo- dije viendo el gran edificio

-si... mira tengo una Reunión, te quedaras con mi secretaria, Estacy la dejo bajo tu cargo- nos dijo el

-tu eres T/n, no?- me dijo ella sonriendo

-si... siempre esta así de serio?- le pregunte sentándome  a su lado

-normalmente- dijo riendo

-pensé que había echo algo mal- dije aliviada

-no para nada, Aidan a veces es muy inexpresivo- me explico, cosa que ya había notado este ultimo mes

-lo conoces bien?- dije viéndola

-si, trabajo aquí desde siempre y somos buenos amigos- dijo sonriendo

    Seguimos hablando de cosas que no tenían mucho sentido, hasta que unos señores mucho mayor que yo salieron y me vieron de una manera extraña mientras susurraban cosas que no llegue a escuchar, aunque a el principio pensé que la veían a Estacy, pero por como los insulto Aidan me di cuanta que no.

-entra- me ordeno con una voz firme

    Entre como el me dijo con un poco de miedo por lo que me vaya a decir, escuche como se ponía detrás de mi y colocaba sus manos en mis caderas, pude sentir su reparación en mi cuello lo que hizo que la piel se me erizará.

-lo siento- dijo en mi oído

-por que?- dije girándome para verlo mejor

-por las cosas que iban diciendo sobre ti eso asquerosos- dijo situando sus manos en mi trasero lo que mi cara ardiera

-no fue tu culpa- dije sonriéndole nerviosa

    agarre su nuca y lo atraje hacia mi, creando un beso suave y lento, que con el tiempo se fue convirtiendo en salvaje y llenándose de lujuria. Me levanto, obligándome a rodearle la cadera con las piernas, haciendo que mi intimidad choque con la suya despierta provocando que saque un gemido que el callo con su boca. Camino hasta una mesa dónde me sentó y empezó a subirme la falda.

-espera, nos van a ver- lo detuve

-nadie nos va a ver, pero si quieres que pare me dices- dijo viéndome directamente a los ojos

    Negue mientras lo atraía otra vez a mis labios. Sus mano fueron subiendo mi falda lentamente hasta retirar mis bragas ahí la vergüenza me consumió deteniendo la intención de su mano.