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Dos años después⚡

—Pipi, ¿Qué hishis?— la pequeña Jaz caminó hasta el escritorio de su padre, el cual estaba sentado tecleando algo en su computador.

—Nada cariño, ¿Necesitas algo?— la niña pasó por debajo del escritorio para poder llegar hasta las piernas de su padre y meterse entre ellas—¿Que pasa?

Bajó su mirada al ver los hermosos ojos gatunos de su hija, jaz levantó sus bracitos haciéndolo sonreír y la alzó sentandola en una de sus piernas.

—Ti amu...— separó torpemente del torso de su padre y lo abrazó por el cuello, Christopher abrazó el pequeño cuerpo de su hija y sonrió feliz.

Amaba a su pequeña Jaz, ella siempre es muy demostrativa. Cuando esta feliz, triste o enojada lo hace saber. Aunque a Christopher no le gustaba que Jaz se enoje porque da miedo cuando lo está.

—También te amo cariño— dejo varios besos en la cabellera de su niña y ella sonrió divertida dejando que su padre escuchara su risa, la cuál era idéntica a la de su madre.

—¡Papi, llaman!— Mica acercó su cabecita por el marco de la puerta y Christopher se levantó de la silla aún con Jaz en brazos. Salió de la habitación y su otra pequeña ahora esperaba ser tomada también por su padre.

—Dios, ¿Que voy a hacer con ustedes?

Christopher agarró a la pequeña Mica entre sus brazos, ahora las dos estaban una en cada lado de su padre. Él bajó más escaleras y camino hacia la puerta principal.

—¡Hermanito!— la voz de Erick se escuchó cuando abrió la puerta.

—¡Ochiverdes!— gritó Mica y Erick rio al escuchar el apodo ridículo y mal dicho.

—¡Mica!— Erick dejo su mochila en el suelo y abrazo a la pequeña entre sus brazos.

—Hola mamá...

—Hola hijo — sonrió y se acercó a su hijo para dejar un beso en la mejilla de este.

—¡Bubu!— la pequeña Jaz estiró sus brazos para que su abuela la alzara.

—Pasen— se hizo a un lado para que su madre y hermano pasaran mientras él agarraba sus mochilas y pasaba detrás de ellos.

—¿Cómo están?— preguntó su madre una vez que se sentó en el sillón y dejo a su nieta sentada en su regazo.

—Mejor, ya con el tiempo se fueron acostumbrando mucho— dijo y fue hacia la cocina para ofrecerles galletitas y té.

—¿Aún toman el biberón?— pregunto Erick al ver como su hermano traía tres tazas de té y dos biberones.

—Estoy en proceso para que lo dejen, pero Jaz aún duerme con el biberón—  dejo todo en la mesita del medio y le entregó un biberón a cada una.

—Gracias pipi— sonrió Jaz y llevo su biberón a su boca.

—Aqui tienen— les entregó las tazas a su madre y hermano luego de darle su biberón a Mica.

Erick sentó a la pequeña Mica al lado de él y la pequeña se acostó en el sillón para estar más cómoda, dejando apoyada su cabecita en la pierna derecha de su tío.

—Mica no te vas a ahogar— habló preocupado su padre, ella solo lo miro y sonrió aún tomando de su biberón.

—Hijo ¿Sabes algo de ella?—  le dió un sorbo a la taza de té y miro a su hijo.

—Ya pasaron dos años mamá, me cansé de buscarla. Ya no haré nada más.

—Eres muy joven aún hijo, ¿Por qué no buscas a alguien más entonces?

—Quizá cuando las niñas estén más grandes.

—Hijo...

—Mamá, no quiero nada con nadie. Apenas tengo veinte años, no voy a girar todo mi esfuerzo a la basura.

—¿Y que estás esperando? Creo que ya estas muy adelantado como para no tener algo con alguien. Te graduaste antes de la universidad, conseguiste un trabajo enseguida, ¿Que te falta?— preguntó su madre, Christopher suspiró.

—No me falta nada, ahora solo quiero disfrutar de mis hijas.

—¡Pipi, chichita!

Christopher sonrió y le dió una galleta a Jaz, la niña la recibió feliz y dejo a un lado el biberón para comer la galletita que su padre le dió.

(...)

—Sabes que mamá va a insistir e insistir— Erick entro a la cocina 

—Lo se, pero mi respuesta va a ser la misma— dejo de lavar los platos y miro a su hermano serio.

—Creo que está bien que pienses eso, pero  deberías disfrutar más de tu vida, ¿Acaso vas a esperar más?

—Si es posible esperaré diez años más. Mis niñas están muy pequeñas aún y no pienso en tener una mujer ahora mismo.

—Yo creo que no quieres una mujer porque creer que te va a abandonar al igual que ella.

—No, no pienso eso. Solo quiero que mis hijas también se sientan cómodas con mi futura pareja, ellas aún no entienden nada. Siento que van a pensar que voy a abandonarlas solo porque tengo pareja y no quiero que sientan eso, así que voy a esperar a que estén más grandes.

—¿Cuánto? ¿Veinte años?

—No tanto, pero si en un futuro.

—Yo te apoyo, pero no te cierres solo en ellas.

—¿Quien dijo eso? Erick tengo mi vida, mis amigos, conocidos y demás. No estoy solo y no dependo solo de ellas ¿Okay?

— Está bien, yo solo digo.

Maratón 1/5, mientras más comenten y voten, más rápido tienen los capítulos :)

Papá soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora