༺Lo que nos une... ♡ KookMin Omegaverse༻

Día 72

Un gran alboroto!

-Nos vamos de aquí!- gruñó el alfa enojado.

Jamás se había sentido tan molesto en toda su vida y menos aún con el amor de su vida, pero realmente estaba indignado.

Tomó la chamarra de la silla y al mayor de la mano y lo jaló con él fuera del edificio. Abrió la puerta del auto y lo empujo un poco para que subiera.

JiMin ni siquiera había podido decir nada, aunque no sabía que decir. No entendía que estaba pasando. Seguía en shock luego de ver a JungKook entrar furioso a la habitación donde estaba.

-JungKook...-

El alfa lo miró... jamás lo había mirado de esa forma. Así que por precaución, mejor no dijo nada.

Se abrochó el cinturón de seguridad y rezó a la Luna que no fueran a tener un accidente de camino a dónde quiera que fueran.

El Omega escuchaba los gruñidos del menor y observaba en silencio como apretaba el volante mientras él se sostenía del reposabrazos y del tablero por la velocidad a la que iban.

En breve llegaron a su edificio y de nueva cuenta, JungKook lo tomó con fuerza de la mano para llevarlo hasta el departamento.

-JungKookie... qué...?-

El menor cerró con seguro la puerta y lo lanzó al sillón.

Por primera vez, Jimin sintió temor de JungKook.

¿Iba a golpearlo? ¿Lo obligaría a tener sexo? ¿Había enloquecido e iba a asesinarlo?

Cuando lo vió arrodillarse frente a él, su Omega entró en pánico y dirigió sus manos al vientre dónde estaba su cachorro para protegerlo, esperando algún golpe.

Y no supo que hacer cuando el alfa se abrazó a él con fuerza, puso su cabeza sobre sus manos,que cubrían al bebé; y empezó a llorar.

¿Qué había pasado?

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-Voy a tener un bebé.- Murmuró el Omega, asimilando lo que estaba pasando.

-Un bebé... lunas! Un bebé!!- gritó feliz la menor, abrazando a JiMin.

Y por un momento él también se sintió felíz. Pero luego vino a su mente el alfa.

Apenas tenía 18, entraría a la universidad en un mes, no tenían un departamento propio y en realidad su relación era lo más estable que se podía en las circunstancias en que se encontraban.

JungKook aún era un cachorro y sería injusto que un cachorro crie a otro.

Apenas podían cuidar de sí mismos y la estabilidad emocional de ambos no era la mejor.

-Que pasa? No estás felíz?

-JungKook...

-Lo llamamos para decirle?

-No! No... aún no sé cómo decírselo. Cómo lo va a tomar... y... lunas! Su familia... me van a matar. ¿Qué hago?-

Y de nuevo llegó el llanto. Al menos ahora sabía por qué estaba tan llorón.

La Omega lo abrazó y apapacho, diciéndole que estaba bien, que un bebé siempre llega en el momento indicado y que seguramente la familia del alfa estaría felíz.

Cuando estuvo más calmado, la menor habló con él sobre el tema por el que había ido. No quería darle más preocupaciones, pero necesitaba hablarlo.

-Supongo que mamá ya te dijo.

-Si...

-En realidad estoy bien, creo que no era para mí.