CAPÍTULO 3

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Buenos días queridos lectores, hoy les traigo un nuevo capitulo de esta experimental historia, espero que les guste y si es así me serviría mucho su apoyo regalándome una estrellita o compartiendo la historia. Ahora sin mas preámbulo los dejo con este cargado capitulo.


CAPÍTULO 3

Corría por las pulcras calles mientras el sol a lo lejos se desvanecía, mientras todo en el exterior se oscurecía yo solo corría pues mi mente divagaba entre las posibles respuestas de un enigma de mi propia autoría.

Estaba cansada, muy cansada y mira que eso es complicado viniendo de mi pero después de sentir como mis piernas me traicionaban para sucumbir ante la fatiga me dejaba sin opciones, el solo hecho de terminar de dar la vuelta numero siete de mi distrito incrementaba las ganas que tenia de caer rendida en mi cama.

Cerré con cuidado la puerta pues ya era bastante tarde para regresar a casa, subí la mirada con dirección al reloj que compramos el sábado junto con más cosas para la nueva casa, eran las seis y cuarenta y cinco, "sip, bastante tarde" me dije mientras avanzaba hacia las escaleras rumbo a mi habitación. Cuando mi zapato estuvo apunto de tocar la primera escalera alguien hablo.

—No es algo tarde para regresar —dijo de manera sarcástica pero de reproche al mismo tiempo.

Me pare en el acto, después de estar casi muerta no tenia ganas ni de contestar; menos de voltear. Algo dentro de mi quería simplemente ignorarlo y seguir hasta llegar a mi cuarto pero otra parte deseaba lo contrario, tirarme hacia sus brazos y desfogar todo lo que tenia a dentro, llorar como aquella niña que se despedía de sus padres por ultima vez, derramar cada gota hasta quedarme seca. Pero no podía darme ese lujo.

—Me distraje mientras corría y no me di cuenta de que hora era, disculpa —dije mientras me daba la vuelta para mirarlo a los ojos, esos ojos miserablemente comprensivos. Lo odiaba.

—Rayla, me has tenido pendiente a esa puerta por una hora, ¿Por que no me contestaste ninguna llamada? —paro como si esperará alguna respuesta de mi parte.

—Mi celular no tenia batería, intente cargarlo pero ya se me hacia tarde para ir a clases, disculpa — respondí nuevamente pero esta vez como si lo que buscara fuera complacerlo para que me dejara en paz. Lastima que no basto.

—Rayla no puedes desaparecerte así nada mas, ¿Y si te pasara algo? Sabes que nunca me lo perdonaría, todos confiaron en nosotros para cuidarte, ahora solo puedo honrarlos viendo que no te pase nada —me repitió esas palabras que siempre me dice cuando hago algo "malo".

—Tranquilo, no me va a pasar nada y aparte se cuidarme

—Rayla acabamos de llegar a esta cuidad hace unas semanas, aun no la conocemos del todo y aún con esas decides correr por ella durante horas —sentencio mientras me miraba fijamente y fingía autoridad.

—Solo necesitaba despejarme, nada más que eso. No volverá a ocurrir —conteste y acto seguido me dirigí hacia las escaleras.

—Solo me preocupo por ti

—Yo... También Ethary —le dije antes de subir y encerrarme en mi cuarto, necesitaba descansar.

...

Todo a mi alrededor era oscuro, casi como la brea. Mis ojos recorrían de un lado al otro en busca de alguien o algo, no era la primera vez que tenia estas pesadillas, ni tampoco era algo raro, al contrario esto se había convertido en algo común... Al menos para mi.

Mientras me perdía en mis pensamientos dos figuras aparecieron entre la oscuridad, aquellas figuras eran borrosas, en especial una. Intente acercarme con desesperación, en busca de que todo esto terminara (por lo general estas pesadillas no terminaban bien), cuando me acerque comencé a sentir como si el suelo se llenara de alguna sustancia parecida a la brea, afortunadamente pude distinguir a mi madre entre las figuras, al verla algo dentro de mi se sintió reconfortante y tranquilo, pero la figura a su costado nunca se esclareció, permanecía borrosa y algo distante.

NUNCA TE DEJARE SOLAWhere stories live. Discover now