CAPÍTULO 4

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Hola a todos! Hoy y después de un tiempo les traigo el capítulo 4 de nunca te dejare sola, espero que los disfruten y si es así me ayudaría muchísimo si le dan a la estrellita. 

Agradecimientos especiales a @Mishiyxd , sin ella posiblemente este capítulo hubiera sido publicado un mes mas tarde.


CAPÍTULO 4

Me levante para arreglar mi mochila, guarde el dibujo de Rayla y mis lápices mientras mi mente calculaba cuanto tiempo le quedaba a Ez antes de la diabetes crónica. Después de todo a verlo dejado varios minutos en la cafetería solo podía significar una cosa.

Cuando voltee note que ella seguía sentada, se veía algo pensativa mientras observaba mi regalo.

—Rayla, ¿Estas bien?

—A si, si, estoy bien —menciona algo nerviosa mientras me ponía de pie— ¿Y ahora que? —pregunta algo perdida.

—Pues ahora tengo que ir a comer algo y recoger a Ezran —le dije mientras le indicaba con los ojos la cafetería— de seguro ya debe haber vaciado el lugar

Rayla pareció captar esto ultimo pues se giro para visualizar a un niño sentado en una mesita comiendo tranquilamente.

—Bueno, tengo que ir con el y controlar sus niveles insanos de azúcar en su cuerpo —bromee mientras volteaba en su dirección— ¿Me acompañas para ver si le sobro algo?

Pareció debatir su respuesta pues estaba tan quieta como una estatua.

—Solo si quieres —dije tímidamente— no es nada mas que cordialidad, después de todo te hice esperar y posar demás.

Ella pareció más decida y acepto, juntos caminamos hacia la cafetería en busca de algo comestible.

Cuando llegamos vimos los restos de una masacre, una que dejaría impactado hasta la persona mas fría o con sangre en las venas de este planeta. Y su causante estaba al frente nuestro.

—¡Ezran! —levante un poco la voz para intentar sonar intimidante (lo cual no funciono)— ¿Cuántas tartas te has comido? —pregunte mientras me sentaba a su lado.

—No se, unas mil quizás... —respondió mientras se llevaba la ultima tarta a su boca— pero si te sirve de consuelo ya estoy lleno —dijo mientras se tocaba su barriga algo abultada.

—Que milagro

De inmediato volteé, casi me había olvidado que Rayla seguía ahí parada. Enseguida me hice a un lado y ella se sentó.

—¿Por que no viniste con nosotros?, digo estábamos al lado —pregunte pues era lo que le había dicho que hiciera en casos como este.

—¿No es obvio? —dijo mientras se lamia los dedos— No los quería molestar mientras hacían sus cosas, aparte que nunca desaprovecharía la oportunidad de comer mis tan deliciosas tartas —completo mientras hacia un pobre intento por limpiar la mesa.

—Bueno, Ez nos guardaste algo ¿No? —pregunte y su cara de susto y desesperación valía oro.

—Iré a pedirles algo, ¡No tardo! —dijo mientras corría en dirección a la recepcionista.

Un silencio algo incomodo se estableció tras la partida de Ez, el ambiente relajado y en armonía que resulto la cancha de futbol desapareció. Voltee y me deslumbre los hermosos detalles que el instituto podía ofrecerme, desde sus decoraciones en mármol antiguo hasta las pinturas que casi por cada pasillo se hallaban. Sin duda este lugar era una obra de arte, nunca pondría en tela de juicio que hasta el almacén de limpieza podía esconder algo magnifico.

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⏰ Last updated: Feb 14, 2022 ⏰

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