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Harry despertó, le pareció raro el hecho de estar en una superficie cómoda y suave, suponía que luego de los golpes, su tío lo arrojaría al cuarto de abajo de las escaleras y lo dejaría sin comer por días.

Recordaba perfectamente el imperfecto. Como Marge había visto un punto rojo en su chuleta y lo había acusado con Vernon. Recordó como lo acusaron de intentar asesinar a la visita con carne mal cocida. Recordaba las patadas en su abdomen y los golpes en su nariz, los azotes con el cinturón y vitoreos de su tía insentivando a su hermano a dar un castigo mucho más duro y severo.

Harry ya estaba harto, no importará cuánto se esforzara, siempre algo sucedía y lo terminaba pagando. ¡Era tan solo un niño! ¿¡Por qué el no podía tener una vida normal como los demás!?

Abrió los ojos al sentir la cama vibrar.

Vio como todo a su alrededor se tambaleaba y vibraba a causa de su magia; respiro profundo, logrando calmarse, y ahí fue cuando noto que ese lugar no era similar a ninguno a los que alguna vez haya visto. No era ni la habitación de algún Weasley y mucho menos alguna de la casa de sus tíos.

Intento hacer memoria observando en lugar. Paredes grises claro con el piso de madera, una cama matrimonial de sábanas verdes, dos estanterías a los costados de un escritorio y varios cuadros de tonos fríos adornando las paredes.

Era inútil, no reconocía ese lugar.

Se paró de la cama, intentando hacer el menor ruido posible. Se acercó a la ventana, y noto como la luna posaba hermosa y tranquila sobre el manto azul de la noche, brindándole belleza y misterio al bosque que se extendía cercano al prado.

Con los pies descalzos en la tibia madera camino por la habitación, salió al pasillo y se acercó a la puerta más cercana a el.

Cuando estuvo frente a la puerta, titubio sobre si abrirla o no. Tras ella podía haber cualquier cosa, ¡Podría hasta estar el Señor Oscuro!

Pero, por más que Harry intentará imaginarse las cosas más horribles, nada le hacía querer retirarse "Con una vida tan de mierda ¿Que importa si muero?". Y con sus pensamientos suicidas empujó la puerta despacio, revelando una habitación similar a la anterior. En la cama había una figura, por el pelo largo Harry supuso que era una mujer. Se acercó lento, no quería lastimarla, solo quería saber dónde estaba.

—¿Quien eres y que haces aquí?— sintió la punta de una varita presionada contra su cuello, la oscuridad y la falta de sus lentes no le permitía saber quién era aquel chico.

—Soy Harry Potter, y quería preguntarle a aquella mujer dónde estoy— alzó sus manos, dando a entender que no tenía malas intenciones.

—Harry... ¡Harry!— la varita se alejo de su cuello, el extraño lo dió vuelta y lo abrazo con fuerza, como si se conocieran de toda la vida.

Cuando Harry arrugó su nariz por el dolor de que le haya tocado una de sus heridas en aquel abrazo, oyeron una voz a sus espaldas que hizo brincar a ambos por eso susto —Draco, suéltalo, no está del todo recuperado.

Rápidamente el rubio lo soltó, Harry tenía los ojos como platos. Draco... ¿Malfoy? ¿Esa era la voz del profesor Snape?

Una figura apareció por detrás del profesor —La próxima vez que vayas a levantarte así de rápido, procura no llevarte las sábanas en el proceso —Snape río un poco y contesto a aquel extraño un 'Lo siento' levantando un poco la cabeza y dejando un beso en su mentón.

Harry se sentía mareado, ¡Snape riéndose y mostrando afecto! ¿Esto acaso era una alucinación?

—Mhg, ¿Chicos, que pasa?— pregunto una adormilada Narcissa, que había despertado al escuchar el barullo que se instalaba en su habitación.

—No te preocupes mamá, no es nada— respondió Draco, acercándose y sentandose cerca de su madre.

—Veo que Harry despertó— Harry en la oscuridad noto como movía su cabeza en dirección a el.
—¿Como estás cariño?

El castaño estaba algo mareado, el no tener sus lentes y la extraña situación le estaba haciendo doler en exceso la cabeza.

Y como si pudiera leer sus pensamientos, Snape le extendió sus gafas. Aunque a Harry le pareció raro el gesto amable, poco le importo si tenían algún hechizo para quemar sus ojos, se los coloco, aliviandose cuando su visión se aclaró y pudo ver a los presentes correctamente.

Narcissa tenía el pijama y el pelo alborotado, Draco aunque no tenía gel en el pelo este estaba ordenado, Snape tenía tanto el pelo como el pijama lisos y sin una arruga. Mientras que el desconocido le dió gracia, era muy parecido a el mismo en las mañanas, el pelo parado para todos lados y los botones de la camisa del pijama desabrochados.

El desconocido al notar la mirada de Harry sobre el, dió su identidad—Soy Regulus Black, hermano de Sirius.

¿El era Regulus? ¿El hermanito de su padrino? ¿El chico por el que Sirius se lamentaba de no haber podido sacar del lado del mal? ¿El mortífago?

—Se que estás confundido— exclamó Snape— Y sinceramente estoy cansado como para explicar todo, así que irás a la cama y hablaremos por la mañana— dió media vuelta, pero antes de cruzar el umbral de la puerta dijo: —Por favor no huyas. El Señor Tenebroso no está involucrado en esto, ya no somos parte de sus filas. Pero ese es un tema a tratar mañana, buenas noches.

Y sin más Regulus y su profesor salieron de la habitación. Draco acompaño a Harry a la suya y rato después todos dormían.
Todos excepto Harry.

❝La Verdad❞『Drarry』Where stories live. Discover now