Ｆｌｙ ｈｉｇｈ [KookTae]

01

“Necesitas dar una buena imagen siempre, la mejor imagen es cuando te ven por primera vez.”

               

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Desde el primer día que Taehyung conoció a Jungkook, resonaron en su mente esas palabras sabias que le aconsejaron sobre la importancia de la primera impresión. Esos consejos, arraigados desde el inicio de su relación, se mantenían como un faro en su conciencia, guiándolo a través de los altibajos de su vida compartida.

Descendió las escaleras con la cautela de quien sabe que cada paso cuenta. Su mirada se posó al final de la escalera, donde Jungkook se acercaba con una determinación que Taehyung no podía ignorar. Un aroma embriagador de alcohol flotó en el aire, provocando una expresión de disgusto en Taehyung. El licor no era bienvenido en su paladar, y Jungkook estaba al tanto de ello.

—Lo sé, cariño, sé que no soportas mi aroma. Pero esta noche, quiero elevarte al cielo.

—Jungkook, deja de decir tonterías y ven a ver la cena que preparé.

Sin embargo, Jungkook no cedía ante la insistencia de Taehyung. En cambio, le tomó el mentón y selló sus labios en un beso apasionado, dejando a Taehyung sin aliento.

—No deberías tomarme el pelo, Kim Taehyung, o mejor dicho, Jeon Taehyung. ¿Alguna vez te he dicho que me vuelves loco?

Aunque se decía que los niños y los borrachos decían la verdad, Taehyung no podía confiar plenamente en las palabras de Jungkook. Parecía que sus encuentros más íntimos solo ocurrían cuando Jungkook estaba bajo los efectos del alcohol, y aunque Taehyung disfrutaba de esos momentos, sospechaba que eran una mentira tejida con hilos de amor y placer.

Jungkook envolvió la cintura de Taehyung, uniendo sus labios en un beso que alcanzó una intensidad única. Levantó a Taehyung y lo llevó hacia la habitación, donde lo sentó en la cama mientras Jungkook comenzaba a desprenderse de su camisa. Cada músculo de su abdomen estaba finamente esculpido, sus brazos emanaban una fortaleza deseada por muchos.

—Jungkook... —Susurró Taehyung, y Jungkook se quedó inmóvil, indicando que Taehyung continuara. —¿Por qué siempre terminamos teniendo sexo solo cuando estás borracho?

—¿Consideras que es solo sexo? —Comentó Jungkook arrodillándose frente a Taehyung, tomando sus manos y notando la afirmación de Taehyung con la cabeza. —Para mí, es más que eso. Desde que nos casamos, solo he compartido ese nivel de intimidad contigo. Puede que no me creas, pero no soy infiel, no tengo amantes ni pago por sexo. El alcohol tal vez sea un pretexto, pero para mí, es hacer el amor.

Taehyung se sumió en un silencio reflexivo. Hacía mucho que no escuchaba palabras reconfortantes de Jungkook, y aunque le faltaban las palabras, la duda se disipó, dejando espacio para una conexión más profunda entre ambos.