Mi 624 - Luciale 🌻💛

Su mirada

POV LUCIA:

Hoy empiezo mis clases de tercer año, estudiaba publicidad en Miami pero ahora lo haría en Houston. A mi padre Rodrigo Sandoval le dieron una buena noticia y es que después de tantos años trabajando en una empresa de bienes raíces estaría a cargo de la sede que se encuentra en Houston, tan pronto llegamos organizamos el departamento... solo somos él y yo, mi mamá se olvido de mi en cuanto ellos decidieron separarse, claro que la extraño y no guardo rencor pero igual siento que lo único que necesito en mi vida es la presencia de mi maravilloso padre.

Estaba en camino a la Universidad llegaba tarde, me quede dormida... anoche mi papi y yo organizamos hasta altas horas de la noche. Ya me encontraba afuera del salón de clases, la puerta estaba abierta entonces me acerqué, el tutor no notó mi presencia estaba por llamarlo para que me dejara pasar pero sentí una mirada encima... que me llamo mucho la atención, voltee y vi a una chica muy linda, sus ojos y su mirada me capturaron por completo, sus ojos verdes causaban misterio pero llego al punto de incomodarme pues.. me miraba como si yo fuese un trozo de carne lo cual me disgustó por completo y le quite la vista de encima.

Me da rabia y es algo que me prometí cambiar, en mis anteriores relaciones me hicieron mucho daño, el último... fue el peor de todos... Benjamín Flores, creí era un buen muchacho pero intentó dañarme, yo no me sentía lista para tener sexo con alguien, pues porque no quiero eso, yo quiero hacer el amor, perder mi virginidad con alguien a quien yo ame y esa persona me ame a mi, Benjamín intentó abusar de mi, por suerte, una chica entró en aquella habitación pues estábamos en una fiesta, ella impidió el daño y se lo agradecí muchísimo, por este motivo y otros más me agradó la idea de venir a Houston pues sería un nuevo inicio, me prometí ser segura de lo que yo haga, las cosas se harán como yo las quiera, y no seré débil con mis decisiones, soy una nueva Lucia Sandoval.

-Puede pasar señorita ¿su nombre es?- el tutor habló mirándome

-Soy Lucia Sandoval, hice el traslado- respondí

-Ok señorita Sandoval tome su lugar y no acostumbre llegar tarde- me hablo volteándose para seguir escribiendo en aquella pizarra

-Si, lo siento no volverá a suceder-

Para mi mala suerte el único lugar en el que podía sentarme era delante de aquella  muchacha, tomé asiento y me dispuse a oír la clase.

POV ALE:

Lucia Sandoval ese era su nombre, quería hablarle pues si quería lograr mi objetivo debo hacer que confíe en mi, será fácil, bueno eso creo.

-Ale, tenemos que hablar- Mar interrumpió mis pensamientos.

-¿Qué pasa corazón?- la miré

-No ahora, debemos hablar en el descanso-

Pude notar que era algo serio, pues ni me miro cuando me habló, aunque ya tenía en mente de que se trataba, y mi respuesta sería no.

-NO, NO, y NO- me gire dándole la espalda a Mar negándome rotundamente a faltar hoy a Imperio Freetown

-Ale eso no está bien, al inicio creí sería una distracción pero ya lo llevaste a un extremo a tal punto que no puedas faltar ni una sola noche-

Estaba por responderle a Marina pero la vi, mi nuevo objetivo Lucia Sandoval, quería hablarle pero entonces Mariana me detuvo y me jalo a ella, quedando cara a cara, estábamos tan cerca que noté que Lucia me miró mal, excelente un punto menos.

-Mariana ya cálmate, es normal que quiera pasarla bien- le di un abrazo

-No, no está bien que te dediques a pasar la noche con mujeres que ni conoces-

-Velarde es imposible, ya te dije que no me harás cambiar de opinión, es más... ¿Por que no vienes conmigo?- hice un puchero para tratar de convencerla

-Ale si voy ¡¿Me prometes que no dejarás abandonada como la última vez?!- atacó

-¡Está bien! estaré contigo-

Imperio Freetown se volvió como un segundo hogar para mi pues todo empezó una noche en la que Mar intentó sacarme de casa, mi mami había fallecido hace unos meses, rompí con Tania, no se porque pero siempre me ha ido mal en el amor, y estaba cansada de que me usaran como una distracción.

*FLASHBACK*

Mariana me convenció, salimos de casa para divertirnos un rato, ella junto con algunos de sus amigos fuimos a un nuevo bar gay "Imperio Freetown". Nos encontrábamos bailando de pronto noté que había una chica muy linda, la miré de inmediato algo en mi nació y empecé a jugar con ella, era un juego en el cual yo le lanzaba miradas "atrevidas" y ella entró en el juego... apenas me di cuenta de ello me dirigí al baño, pude sentir que alguien me seguía, una vez dentro del baño vi que era ella, su mirada... y mi mirada decían más que mil palabras.

-Hola ¿Cómo te llamas?-

-Hola un gusto, mi nombre es Alejandra- dije

-Wow yo también me llamo Alejandra pero me dicen Aleja- respondió

-Genial Aleja a mi me dicen Ale-

Hablamos un rato hasta que ella me pidió ir a un lugar más privado, pude entender a qué se refería con aquella petición, nos encontrábamos afuera de imperio esperando un taxi que nos llevaría a nuestro destino, la casa de Aleja.

Me encontraba muy metida en mis pensamientos, ¿Qué estoy haciendo?, yo no siento nada por esta chica, ¿Será correcto?, estaba tan distraída con ello que Aleja me aviso que habíamos llegado entramos a su casa, ella puso algo de música que por cierto algunas de la playlist me gustaban y mucho. Sentí besos húmedos en mi cuello y sus manos en mi cintura, volteé para quedar frente a frente con ella... me besó, yo le seguí el juego me estaba quemando pues con tropiezos llegamos a su habitación, ella me quitó la blusa que llevaba puesta y yo hice lo mismo con ella... no puedo negar que me sentía incomoda pues era una completa desconocida que estaba viendo mi cuerpo desnudo pero ya habíamos avanzado demasiado y tenía que dejar de lado esa vergüenza, entre en ella... la habitación estaba muy caliente sentí que no podía respirar, solo se oían gemidos y ella diciendo mi nombre... pude sentirla más apretada supe que estaba por terminar.

De pronto empezó a sonar Wicked Games de The Weeknd, me sentí muy bien, me sentía superior, entendí de pronto que era lo que debía hacer, me levante tan pronto como pude de su cama y empecé a vestirme

-¿Que eso es todo, me coges y luego te marchas?- Aleja se alteró

No podré olvidar jamás mi respuesta pues luego de aquella oración mi vida cambió

"¿Que puedes esperar cuando conoces a alguien en un bar y te le entregas a los minutos?"

Pude ver en su rostro que las lágrimas amenazaban con salir, no me sentí mal por ello, creo que he sufrido lo suficiente, ahora nadie se burlará de mi, nadie me usará , controlará o jugará conmigo, salí de esa habitación con dirección a casa, en cuanto le conté a Mariana lo sucedido no me dijo nada, solo se quedó sorprendida pues yo nunca había hecho tal cosa, desde esa noche  asistía todos los días a Imperio Freetown al punto en que los trabajadores y el dueño del bar me conocían, había confianza entre nosotros, a Mar no le agradaba la idea pero dejó de importarme pues con el tiempo no he vuelto a sentirme mal por alguien, enamorarme no está en mis planes, es mejor no hacerlo ya que siempre salgo dañada. Desde ese día cambie y mucho, pero me alegra pues siento y sé que ahora soy superior frente a cualquier persona, la vida que llevo ahora me tiene calmada y lejos de más decepciones.