Capítulo 9

11.1K 952 315
                                    

Cuando las cosas se calmaron y Travis comenzó a respirar con normalidad otra vez, subí a su moto y le pedí que por favor no me soltara hasta llegar a su casa, asintió sin decir nada y subió tras de mí, afirmándose con fuerza de mi cintura

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cuando las cosas se calmaron y Travis comenzó a respirar con normalidad otra vez, subí a su moto y le pedí que por favor no me soltara hasta llegar a su casa, asintió sin decir nada y subió tras de mí, afirmándose con fuerza de mi cintura.

Podía sentir cómo sus lagrimas mojaban mi hombro y se perdían en el top deportivo, claramente no dije nada. Lo conozco hace poco tiempo, pero si algo he aprendido sobre él es que es una persona muy cerrada, si quiero ayudarlo, no debo espantarlo, debo estar para él hasta dónde Travis delimite la línea.

Estacioné fuera de su casa, le pedí las llaves y abrí la reja principal, entrando la moto mientras él me seguía a pocos pasos de distancia, mirando el piso y secándose el rostro cada tanto, ignorando mi mirada, luego fui hacia la puerta principal, la abrí y dejé pasar primero, cerrando tras nosotros.

— ¿Quieres que te prepare algo de comer antes de que me vaya?

— Yo... yo...

— Ve a descansar ¿Sí? Prepararé algo bueno.

— Es que... es que...

Apretó sus manos formando puños.

— ¿Qué pasa?

— Es que... no hay... nada...

Compré todo ayer ¿Cómo no va a haber nada?

— ¿Pasó algo? ¿Te hicieron algo?

— Los ángeles te... vieron aquí, vinieron poco después que te marcharas y se... llevaron todo. Por eso jamás mantengo comida aquí, siempre se lo llevan todo.

Eso me hacía entender muchas cosas.

— Pediré comida ¿Qué quieres comer?

— Deberías marcharte, si te vieron aquí ayer, pueden venir antes hoy, este es territorio de los ángeles, no transites por aquí, menos sola.

Tenía razón en eso, es peligroso para mí estar aquí.

— Al menos pídete algo de comer ¿De acuerdo? Y recuéstate, descansa, duerme, cierra con llave la puerta principal.

Suspiró.

— Es mejor que te vayas, pero... gracias por estar ahí para mí cuando yo fui tan... patético, mi padre es un hijo de puta, no me llamaría la atención que alguien viniera justo ahora sólo para molestarme... o para dañarte, por eso Lucía — caminó hasta mí, tomando mi mano— Por favor... por favor vete, sólo ve a casa ¿De acuerdo?

Asentí.

Él estaba preocupado, y la verdad es que yo también.

— Está bien, me iré — tomando el móvil— pediré un taxi — enviando el mensaje— De todas maneras, come algo — tomando dinero de mi billetera— estás pálido.

Deja que ocurra #2Where stories live. Discover now