Problemas

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- Bueno bueno, pero mira que tenemos aquí, nos debes un gran favor. En realidad varios, ¿ya sabes como nos los vas a pagar?

- Te dije que los favores los pago con favores, aceptaste, si no has venido a mi para nada, no es mi problema. ¿Qué pasa, que ya no puedo volver a mi casa tranquilo o qué?

- Que yo recuerde es mi casa. Yo te la conseguí, yo te ayude cuando te quedaste en la calle culpándote por la muerte de esa puta.

- No la vuelvas a llamar puta, ¡me oyes!

- Hey, hey, hey... Vamo' a calmarno'. Amigo mío, solo estamos hablando... No te lo tomes a pecho, hombre. Hablando de temas serios, vengo a pedirte un "favor".

Respiro hondo- Okay, no tengo todo el día.

- Tu sabes que tenemos nuestros negocios, y yo como jefe tengo que procurar la máxima seguridad de mis empleados, si ellos no quieren tomar un riesgo, yo no puedo obligarlos... Verás, nuestra última negociación ha sido con un cártel de México, un intercambio, no tienes que saber nada más, sólo conduce este coche -me entrega unas llaves-. Pasa la frontera y párate en la 85 a la altura de San Rafael. Tienes que estar allí a las 12 a.m. el sábado. 

- De acuerdo, ¿qué tengo que llevar?

- Ya está cargado en el coche, no debes preocuparte de eso, sólo preocúpate de que el paquete llegue a salvo y de que te den el dinero. ¿Entendido? 

- Entendido

- Maravilloso, fantástico -sonríe.

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Querido diario,

Hoy es 14 de febrero. En todas partes hay corazones y ramos de flores, todos sonrojados y sonrientes a causa de este "maravilloso" día en el que todo el mundo demuestra su amor. Sí, pongo los ojos en blanco como tu ya sabes, a veces creo que estas paginas me conocen mejor que nadie, como si tuvieras consciencia. Pero eso es imposible, sino serias mi mejor amigo. Hahahaha.

Pues como decía, iba yo caminando, asqueado por tanta muestra de cariño; no es que nunca me haya enamorado, soy humano, pero simplemente no creo necesaria la existencia de un día en concreto para demostrar el amor que le tienes a una persona, si de verdad la quieres deberías mostrárselo cada día, no regalarle flores y bombones solo una vez al año.

A segunda hora me tocaba química, así que me dirigía al laboratorio cuando vi algo que era imposible; a estas horas sigo sin asimilarlo.

La vi.

Estaba de pie junto a una de las máquinas expendedoras del pasillo mirando un papel que parecía el mapa que te dan el primer día cuando llegas a esta mierda de instituto en el culo del mundo. Era igual que ella, tuve que parpadear un par de veces y pellizcarme para darme cuenta que era real, parecía una réplica... Tenía los cabellos de una mezcla entre pelirrojo claro y un rubio-castaño, y los labios de un color rosado cual jacinto, igual que sus sonrojadas mejillas por la vergüenza de ser la nueva.

Tardé un rato en decidir a acercarme. Eché a andar y por culpa de mis patas largas en tres pasos ya me planté delante de ella. Me la quedé observando, en silencio, y ella no pareció tardar mucho en darse cuenta de mi presencia.

- Mmmh... ¿necesitas algo? -me preguntó en un tono dulce y para nada arrogante, no era como mi Dara.

- Ehhh, no, en verdad, yo solo... ¿eres nueva no?

- Sí, ¿tanto se nota? -dice avergonzada, un ligero tono rojo invade sus mejillas. Está nerviosa, puedo notarlo.

- No, simplemente me fijé en el mapa que tienes en las manos.

Diario De Un Enfermo MentalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora