Capitulo 1

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1. "La nueva revelación"

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»No debes temerle a los muertos, sino a los vivos, el infierno está más cerca de ti de lo que crees«

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Toronto, Canadá
Septiembre 5, 2020

—Vamos Becca sal, no te haré daño, a ti nunca podría hacértelo —susurro lo último más para el mismo. Y no sabía si creer en su palabra.

Siguió caminando por los pasillos de la casa mientras que con el mismo bate con el que le había quitado la vida a alguien rozaba las paredes haciendo un ruido espeluznante.

Estaba diciendo mil y un plegarias mientras apretaba mis piernas temblando escondida en una de las miles de habitaciones que había en la casa de mi mejor amigo hasta hoy, Ran Hainix.

Ese monstruo que murmuraba mi nombre en los pasillos vuelto loco no era Ran.

El era atento, cariñoso, y no, simplemente me negaba a creer que él pudiera matar a las personas más cercanas a mi. Si esto era una pesadilla no quería seguir teniendola, quería despertar.

Abrir los ojos y ver mi habitación, estar apunto de llegar tarde a la universidad y que Ran para por mí para irnos juntos, contarle está pesadilla y que dijera que solo fue un sueño.

Repetía una y mil veces la misma escena en mi cabeza. Talvez no era lo mejor, eso solo me generaba más miedo. Usaba mis manos para mantener a raya mi exagerada respiración. Mis ojos estaban empapados de lágrimas de puro miedo.

Horas antes

—Entonces ese chico te envío a salir —pregunto Ran mientras ambos íbamos caminando rumbo a su casa para pasar el día.

—Si, pero le dije que no, aunque siguió insistiendo. —Ran tomo mi hombro para guiarme al rededor de una alcantarilla y no caer.

—¿Quieres que hable con el?. Si no entiende cuando tú le hablas talvez lo haga cuando alguien más le haga ver su error.

Nos paramos al ver el semáforo en verde, y continuamos cuando se puro rojo y los autos se detuvieron.

—No hace falta Ran, con el tiempo se cansará. No hay persona que sea tan insistente.

Él asintió y me tomo del hombro para caminar al otro lado de la calle mientras se acomodaba mi mochila en su hombro.

—Hoy no tenías clases, no hacia falta que vinieras por mí —le digo y el voltea a verme y luego sonríe.

—No tenía nada que hacer, además son las cuatro y esa hora ya me parece tarde para que vuelvas sola a tu casa.

—Eh vuelto más tarde a mi casa, las cuatro no son nada.

—Vamos a mi casa, prepararé algo de comer y veremos una película ¿Dices que si?

—Obvio, nunca rechazaría una comida del mejor chef del mundo.

RAN

Siempre Tuya [#1] ✓Where stories live. Discover now