¡NO NECESITO UN ALFA! (Omegaverse Spartor)

V

Dedicado a: Mindy357

Finas lágrimas salían de sus ojos miel, su madre murió y su padre estaba muy grave.

— ya neutralizamos a la otra manada, principe, su padre me envió a buscarlo, necesita hablar urgentemente con usted

— iré con el — el de cabello castaño oscuro estaba decidido.

— bien, el rey agradece sus servicios, gracias por cuidar al principe

Salieron atrás del soldado, el Omega montado montado en el lomo del alfa transformado.

(...)

Llegaron al castillo y las puestas se abrieron, la gente estaba con la mirada fija en el pequeño omega que iba de la mano de su amigo.

Llegaron a la puerta del castillo y solo salieron algunos soldados, entraron los dos y pronto llegaron a la habitación del rey.

Se abrieron las puertas y pronto una tos se pudo escuchar, la tos sonaba bastante grave.

El rey estaba recostado en su cama y pronto abrió los ojos al escuchar la puerta abrirse.

— Andrés... Siento que tu madre... Aya fallecido, yo la quería mucho... Pero al intentar razonar con ellos nos atacaron y ella cayó al río caudaloso... Pero ahora no se cuánto tiempo me queda, debes empezar con la manada pronto... Pero necesitas a un alfa para que te acompañe. — tosió un poco y se aclaró la voz.

— pero padre, puedo hacerlo solo — su padre lo interrumpió

— necesitas comprometerte, eres un Omega, necesitas a un alfa — el menor lleno de rabia respondió

— ¡no es verdad!, yo puedo reinar solo, es mi manada, yo la cuidaré — ¡¿solo por ser un Omega es débil?!, ¡¿que rayos?!

— ¡Ya basta!, ¡vas a comprometerte quieras o no! — su padre era un alfa y estaba a punto de usar la voz en el pero el menor solo salió del cuarto.

El Omega corrió y se encerró en su cuarto, pronto el alfa lo siguió y tocó la puerta...

— ¿Andrés?, ¿Puedo entrar? — se recostó sobre la puerta para poder escuchar los pocos lamento que daba el Omega.

— adelante...

El alfa abrió la pies y lo vió en el suelo en posición fetal

— ¿quieres que me quede?

El menor asintió y se hizo un poco de lado para que su amigo se sentará a su lado.

— yo no entiendo... ¿Por qué ser un Omega es ser débil?, he visto omegas más fuertes que los betas y algunas veces más que alfas — golpeó la pared con rabia.

— pues no puedo opinar sobre eso, soy un alfa, entonces sonaría mal si te digo que no es cierto, pero si tú padre te obliga... Pues mira a algún alfa que te pueda querer.. — en su interior quería ser el... Pero si el contrario no quería no lo podía obligar.

El menor pensó un momento, el no salía del castillo ni nada, no conocía a ningún otro alfa más que su amigo.

— y si... Ese alfa... ¿Fueras tú? — alzó la cabeza con una sonrisa.

El otro abrió los ojos como platos, eso no se lo esperaba, quedó en shock. Pero salió de el al sentir algo en sus labios.

Se habían besado, el correspondió con algo de timidez, el nunca intensificó el beso, el otro era solo un niño, no le podía hacer nada, nunca se lo perdonaría!

— ¿y?, ¿Cuál es tu respuesta? — lo abrazo con fuerza.

— pues, lo acepto

Y así empezó, su padre murió unos meses después, un mes después de su muerte se anunció el noviazgo de estos dos.

Y al poco tiempo Sebastián empezó a liderar a la manada hasta unos años después. 5 años para que ya pudiera marcar al omega.

Tenía que ser mayor de edad para eso, obviamente se daban mimos pero nada subido de tono.