Capítulo 14

830 154 47
                                    

No era suficiente un día a la semana para Mo Ran ver a Chu Wanning, por lo tanto, durante la madrugada asistía a la casa del castaño, incluso si Chu Wanning tenía clases por impartir durante el día y Mo Ran apenas salía del trabajo.

Para Chu Wanning también era cómodo. De todos modos, el mayor solía desvelarse leyendo o adelantando trabajo de su taller, así que se sentía cómodo con la compañía de Mo Ran allí.

Mo Ran abrazaba por el torso a Chu Wanning mientras este leía un libro que había comprado recientemente.

Le gustaba el rostro concentrado de su contrario, y debía admitir que le gustaba sacarlo de su concentración para verlo molesto.

—Wanning —llamó apretando un poco más al castaño—. ¿Quieres que te prepare algo mañana para desayunar?

—Ya te he dicho que no es necesario —respondió.

—Llevo toda la semana cocinando sin saber si lo que hago te gusta o no —dijo restregando su rostro en el hueco del cuello y el hombro de Chu Wanning—. Puedes ser más ambicioso, ¿Qué más te gusta aparte de lo dulce?

—Mo Ran —pidió su atención, cerrando su libro y dándose media vuelta—. No pienso ser ambicioso con algo así. Sales de trabajar, vienes a verme, ¿Y quieres cocinar?

Mo Ran sonrió. Cada vez que Chu Wanning parecía preocuparse por él, su corazón se sentía cálido.

Llevó su mano a la mejilla de Chu Wanning, acariciándola con ternura.

—Me gusta cocinar, si no fuera así, no trabajaría donde trabajo —admitió—. Duermo hasta tarde, no me cuesta dejarte el desayuno preparado para mañana.

Y también porque sabía que Chu Wanning solía dormir mucho menos por su culpa.

Chu Wanning suspiró, tomando la mano del menor con reproche.

—Dime algo.

—Panqueques.

—Eso te hice hace dos días.

—Tus... Panqueques me gustan...

Apartó la mirada avergonzado. Odiaba pedirle a la gente que hicieran algo por él, pero, Mo Ran realmente era insistente.

Además, no había mentido. Jamás había probado panqueques que le gustaran tanto.

—Bien —rió besando rápidamente los labios de Chu Wanning—. ¿Algo más?

—No. Está bien solo con eso.

Mo Ran atrapó a Chu Wanning nuevamente, dejando que leyera, hasta que se quedó dormido recargado en su pecho.

Le gustaba cuidar de esta persona, y había descubierto que acariciar su cabello le provocaba dormirse. Era como un precioso gatito, huraño al principio, pero muy adorable cuando parece encariñarse.

Dejó con cuidado a Chu Wanning para pasar a arroparlo adecuadamente.

Se dirigió a la cocina y preparó los panqueques que Chu Wanning le había pedido, con una sonrisa enorme dibujada en su rostro.

No recordaba haberse sentido así de feliz con Shi Mei, ni siquiera cuando este se comportaba tan tierno con él.

A ese punto incluso se preguntó si alguna vez lo que sintió por Shi Mei era amor o simple protección y ternura hacia él.

Porque a Shi Mei no quiso besarlo apresuradamente, no quiso besarlo sin pensar antes en su comodidad.

Con Chu Wanning ni siquiera podía controlarse. Le nacía molestarlo, observarlo, amarlo, cuidarlo, no solo protegerlo y admirarlo.

Chu Wanning se robó su corazón, su mente, y también su deseo carnal.

Todo él le pertenecía completamente a ese castaño.

Shi Mei le provocó casarse después de mucho tiempo.

Mo Ran no pensaba en el futuro muy a menudo, pero se veía con Chu Wanning viviendo juntos, adoptando animales, casándose.

Pero todavía no quería pensar en si Chu Wanning decidiría alejarse de él cuando supiera que Shi Mei era su ex esposo.

Era la única mentira que mantenía aún, no había más de por medio. Pero, tampoco se permitía decirle que lo amaba locamente, porque no quería que Chu Wanning pensara que iba demasiado rápido.

Era verdad que le parecía difícil controlarse con Chu Wanning, pero eso no significaba que no lo tomara en cuenta o que pusiera su felicidad antes que la de Chu Wanning.

Por esa razón hacía pequeños actos para demostrarle que lo quería, como prepararle el desayuno o esperar a que se durmiera para retirarse.

No sé atrevía a quedarse a dormir en casa de Chu Wanning, no quería darse ese lujo todavía incluso si antes le pidió que se quedara con él, si no había dicho aún la relación que mantenía con Shi Mei, se abstendría por el momento.

Suspiró intentando apartar esos pensamientos de su mente en cuanto terminó de empacar los panqueques en un recipiente para Chu Wanning. Tomó un termo también y colocó leche y chocolate, sabiendo del amor del castaño por el azúcar.

Tras terminar su tarea, escribió en una servilleta un "ten un lindo día" y se retiró a su casa.

Suspiró en cuanto tuvo contacto con el frío de la noche, sonriendo como un tonto.

Podía llegar a sentirse culpable de vez en cuando, pero, a decir verdad, Mo Ran se sentía feliz la mayor parte del tiempo cuando se trataba de Chu Wanning.

~

La hora de su descanso, para Chu Wanning fue como un pequeño regalo porque tenía en su maleta el desayuno hecho por Mo Ran.

Xue Zhenyong había visto la pequeña sonrisa que se formó en su compañero, y no pudo evitar acercarse a él.

—¿Oh? ¿Ya tienes una novia al fin? —cuestionó, pues no solo eran unos panqueques deliciosos y esponjosos bañados en mermelada, sino que, además, Mo Ran se había tomado la molestia de cortarlos en forma de corazón.

Chu Wanning por su parte, carraspeó sintiendo que sus orejas se sonrojaban y negó con la cabeza.

—No tengo pareja.

Xue Zhenyong no le creyó en absoluto, pero decidió no abordar demasiado ese tema a sabiendas del temperamento que tenía Chu Wanning.

—Ahora que lo pienso, Shi Mei solía traer desayunos así —comentó casualmente Xue Zhenyong.

Chu Wanning no respondió, pero sintió un apretujón en su corazón.

No debería de sentirlo así, después de todo, Mo Ran le había hecho un desayuno especial, ¿No era así?

—¿Cómo sigue Shi Mei?

—Dijo que volverá a clases la próxima semana —respondió Xue Zhenyong—. Me alegra que se esté recuperando pronto de su lesión, debes extrañar hablar con él.

Chu Wanning solo asintió con la cabeza. No podía saber si Shi Mei era un amigo cercano, pero tampoco iba a mentir diciendo que lo odiaba o le desagradaba de algún modo, porque, todo lo contrario, apreciaba que Shi Mei se acercara a él, en especial porque sus conversaciones solían ser de su primo y actual pareja de su compañero de trabajo, por lo que evidentemente, Chu Wanning se veía interesado en saber sobre su familia.

Pésimo Falaz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora