Campamento de Verano [EN EDICIÓN]

Capítulo 7

21 de julio

Me desperté gracias a los rayos de sol que entraban por la ventana, ayer se nos olvidó bajar la persiana.

Me levanto de la cama intentando hacer el menor ruido posible para no levantar a Jesús que dormía en su cama plácidamente y bajo la persiana para que no moleste. Vuelvo a la cama y miro la hora en mi teléfono móvil, las 10:17. Decido que es un buen momento para ir poniéndome en marcha.

Tras terminar de recoger las últimas cosas que me quedaban por guardar en la maleta, dejo esta abierta sobre mi cama para revisarla en el último momento y entro en el baño para asearme. Jesús sigue durmiendo.

Una ducha rápida, un poco de maquillaje y vestirme con la ropa que he elegido para el día supusieron unos 30 minutos dentro del baño. Salgo con mis productos del baño dispuesta a guardarlos en la maleta cuando observo que Jesús comienza a despertarse.

- Buenos días dormilón - dije avanzando hacia mi cama.

- Buenos días, ¿qué hora es? - comentó bostezando.

- Casi las 11. Te queda poco tiempo para cerrar la maleta, darte una ducha y arreglarte.

Jesús se levantó bastante rápido de la cama y realizó casi el mismo recorrido que había comenzado a realizar yo hace casi una hora.

- ¡Me voy a desayunar! - grité dando varios golpes en la puerta del baño.

- ¡Cógeme algo y ahora me lo traes! - gritó Jesús bastante apurado.

Desayuné bastante rápido, estaba sola, los alimentos que se me apetecieron y coloqué en un plato algunas cosas para que Jesús pudiera desayunar.

Cuando volví a la habitación lo tenía todo organizado y estaba terminando de cerrar la maleta.

- No pensaba que fueras a darte tanta prisa. Te traigo el desayuno - comenté ofreciéndole el plato.

- Me has hecho un gran favor. En media hora debemos estar en la puerta dado que el AVE hacia Madrid sale en dos horas.

Tras terminar de recoger me despedí de todas aquellas personas que había conocido este magnífico verano y que aún continuaban en el campamento aunque no por mucho tiempo.

Continuamos nuestro camino hacia la puerta donde ya se encontraban nuestros padres.
Tras el típico sermón de madre en el que te recuerda que debes portarte bien y comer todo aquello que te pongan en el plato, les doy un último abrazo antes de subirnos en el coche que nos llevará a la estación, Madrid ya estamos en camino.

- Dani me aburro - le dije dándole un pellizco en el brazo. 

Ya íbamos en el AVE, llevábamos una hora de viaje y todavía nos quedaba otra hora y media. Mi sitio se situaba al lado de la ventana y justo al lado, Dani. Dos filas de asiento hacia delante Jesús y Jaime y por último, al principio del vagón los padres de Jesús y Dani.

- Pues duerme como intento hacer yo - comentó molesto.

- Es mi primera vez en Madrid y estoy muy nerviosa - repliqué.

- Ven anda - dijo levantando el reposabrazos y apoyándome en él. - Descansa porque no vas a poder disfrutar de la capital cuando llegues.

Conseguí quedarme dormida con sus caricias y el camino se me hizo bastante corto. Actualmente nos encontramos en la casa que los padres de los gemelos han alquilado para pasar estos días y donde me he podido realizar mi primera foto en esta bonita ciudad.

Debido a un problema en la llegada al apartamento, ahora mismo son casi las once de la noche y mi único deseo actualmente es coger la cama.

Me despido de los familiares y subo a mi habitación en la cual me pongo el pijama y me acuesto en mi cama, ha sido un día lleno de emociones.