12

1.2K 64 7
                                    

Euge

Sé que le había dicho a Mau que le iba a hacer caso, pero estaba cagadisima. No me animaba a decirle nada a Tiago porque cada vez que me veía me ignoraba y cada vez que nos juntábamos le hablaba a todo el mundo menos a mí. Fantástico.

-No puede ser que te siga ignorando, Meu- me decía Lombardo, nos habíamos juntado para merendar y aprovechamos a hablar de nuestras cosas.- ¿Trataste de hablarle?

-Si, boludo. Te juro que si, pero cada vez que ve que me estoy acercando se da media vuelta y camina para otro lado.- le dije llevándome un pedazo de torta a la boca.

-¿No querés que yo hable con él?- se ofreció mi amigo, más bueno es. 

-Na, mientras menos gente se meta en el asunto, mejor. Gracias igual. ¿Pongo más agua para el mate?- dije cambiando el tema. Ya estaba cansadísima.

-Si, re- dijo el morocho, terminando la torta que había quedado en el plato.-Che ¿qué decís si hago una jodita en casa? Digo, como para descontracturar un poquito.

-’Taría bueno sí.- le contesté. -¿cuándo la querés hacer?

-Hoy. Cuanto antes mejor, no aguanto más esta presión de que esté todo tenso. Encima por tu culpa- me dijo jodiendo.

-Aaaah, bueno. Que te invite a merendar otra entonces, rey. Volá de mi casa, dale- le contesté tirándole un trapo que tenía a mano.

Terminamos de merendar y me dijo que lo ayudara a organizar las cosas para la joda, ya que según él “dos cabezas piensan mejor que una”.

La joda fue improvisadísima.

Lomba tenía la casa sola así que por el lugar no había problema.

Le dijimos a nuestros amigos por el grupo de WhatsApp e invitamos a algunos más de la clase.

Con el alcohol decidimos que cada quien trajera lo suyo.

Yo fui con Maga, Pau y Pri. Me habían pasado a buscar por lo de Lombardo y nos aprontamos en mi casa, igual volvimos al toque porque vivo cerca.

_

Ya era tarde y estábamos todos con un par de copitas de más.

Maga se había comido a Lombardo y de la nada desaparecieron, vaya una a saber qué andaban haciendo.

El resto estaba bailando, escabiando y alguno que otro ya había quedado medio muerto en los sillones. 

Yo estaba en la mía bailando un cuarteto con Mau cuando me dio una sed tremenda. -Ya vuelvo, compa. No me extrañes- le dije sonriendo.

Fui a la cocina, me serví un vaso de agua, me lo empiné y apenas termine de tomarlo me dieron ganas de hacer pis. La puta madre.

En mi viaje al baño vi a Tiago con su novia en uno de los sillones, él con semejante cara de culo y ella mirando el celular. Decidí no meterme y me mandé al baño.

Hice lo que tenía que hacer y cuando termine de subirme el pantalón, alguien tocaba la puerta.

-Está ocupado- avisé

-¿Puedo pasar?-

𝘁𝗵𝗲 𝘀𝘁𝗼𝗿𝘆 𝗼𝗳 𝘂𝘀 | 𝗧𝗶𝗮𝗴𝗼 𝗣𝘇𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora