『 𝐀𝐔𝐍 𝐂𝐎𝐍𝐓𝐈𝐆𝐎 ∶ 𝐉𝐉𝐊』

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 20

Arim;

¿Por qué mi vida tenía que ser tan caótica? Si no era una cosa, era la otra, siempre habían maneras en las que mi vida se veía envuelta en el caos, primero la muerte de nana, de apenas una semana, y ahora mi doble pornografica. Era mucho.

También tenía mucho que pensar en cuanto a la relación que tenía con Jungkook, no había manera de entender lo que pasaba, ¿estaba bien dar besos sin ser novios? Una vez leí que había una maldición del beso antes de tiempo. De igual forma, él también parecía estar dentro de una burbuja en la que se te impedía ver más.

¿Qué era el amor? Definitivamente no eran las mariposas, no las sentía, no estaban, lo único que había era paz, mucha calma y satisfacción por saber que había un alguien que cuidaba tu espalda.

"Tu saltas, yo salto"

Lo escuché por primera vez en el Titanic, y definitivamente sí se había cumplido, pero Jungkook y yo ¿eramos como Jack y Rose? ¿Final triste o final feliz? Honestamente preferiría un final triste pero completo a una felicidad a medias.

Como de costumbre hoy también salvó mi trasero, me ayudó no solo con el video, también su padre asistió y metió una carta o más bien una amenaza para que no se me diera de baja en clases.

Acostada en mi cama pensaba en la manera en la que mi vida se había vuelto, me preocupaba mucho mi futuro y la manera en la que podía ser todo. Ni siquiera tenía claro que es lo que quería hacer, no había pensado en alguna universidad o la carrera que me apasionaba.

¿Qué quería hacer? Había tantas cosas de donde elegir, maestra, chef, estilista, diseñadora, ingeniera, artista y más. No había nada que me apasionara, nada me llenaba y no me miraba teniendo un puesto en una oficina, vestir de trajes todos los días, eso definitivamente no era lo mío.

Cansada de pensar me levanté de la cama para revisar y desempacar las cosas que aún estaban en cajas esparcidas alrededor de mi cuarto. Sin duda, agradecía mucho la oportunidad que la abuela Min me había dado al permitirme estar en su casa.

Unos pequeños golpes en la puerta me instaron a olvidarme de lo que hacía.

- Adelante - di permiso para que pasara, aún doblando una camisa.

- Hola, Arim - la abuela Min estaba en la puerta con una bandeja en sus manos - te traje algo de comer.

- No se hubiera molestado - corrí a agarrar la bandeja. Había unas tostadas con mantequilla de maní y un vaso de jugo de mandarina.

- No puedes simplemente ir a la cama con el estómago vacío - se sentó en mi cama y miro alrededor de mi habitación - siento que le falta algún toque tuyo, algo más personal, ¿no crees?

- Talvez - probé el jugo de mandarina, sabía bien, sin embargo no era mi favorito - podría poner quizá las animaciones que he hecho.

- ¿Hay desnudez?

- Ni un poco - mentí, sí habían, pero me daba vergüenza admitirlo - Supongo que no ha venido a hablar de eso.

- Supones bien, ¿que pasó?

- No soy yo - asintió con una sonrisa - sin embargo, la chica del video es igual a mi.

- Me preocupa que estés bajo una situación de acoso - parecía preocupada - todo lo que pase contigo ahora también tiene que ver conmigo.

- No es nada de eso, no hay acoso.

- ¿Segura? Porque si no es así iré personalmente a la escuela - negué, no había necesidad - aunque de todas maneras iré a la escuela. Pediré ser tu tutora legal, mientras acabas el curso, claro está.