26. Distancia

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Jefferson

Cuatro años atrás

El calendario sumó un día más y con eso se cumplieron dos semanas exactas desde la última vez que supe algo sobre Alice Lynn Standfild. Me había acostumbrado tanto a ella que sentía que me faltaba el aire todo el tiempo, e incluso algo vacío, era como si su cercanía se hubiese vuelto tan esencial para mí que no quedase más que mi sola existencia sin ella.

Necesitaba verla.

Necesitaba sentirla.

Necesitaba estar cerca suyo.

Necesitaba saber si había hecho mal.

Y la incertidumbre me estaba volviendo loco.

Estaba seguro de que Lucas se encontraba al tanto de lo que ocurría porque desde mi cita con su hermana las reuniones dejaron de ser en su casa y ahora eran en casa de Blake. No nos dio explicaciones, simplemente un día nos dijo que no podíamos llegar más a la suya.

Muchas veces quise preguntarle que ocurría.

Quería cuestionarle si sabía algo o incluso lo mínima cosa sobre Alice, pero estaba consciente de que lo único que conseguiría sería un puñetazo en el rostro por mostrar interés.

Así que tuve que recurrir a otros medios.

Investigué el resto de información personal que no conocía, y di con el Colegio Ámsterdam; una institución financiada por empresarios de la ciudad que decidieron hacer su versión más pequeña y menos relevante de un prestigiado colegio en la ciudad vecina, Wilford. La elite estudiaba ahí y por supuesto que Alice lo hacía.

No respondía mis mensajes.

No contestaba mis llamadas.

Pero sin duda no podría evitarme en persona.

Apagué el cigarro tiré la colilla en el bote de basura más cercano. Las puertas de madera se abrieron de par en par dejando que el alumnado saliera y una oleada de cosquillas invadió mi cuerpo por completo al reconocerla a lo lejos.

Llevaba puesto su uniforme. Una falda plisada con estampado de rayas en tonos azules y una camisa blanca con el logo de la escuela en el lado izquierdo. Usaba medias blancas y unos zapatos negros con un pequeño tacón que la hacía ver más alta. Su cabello estaba peinado en una coleta alta y tenía abrazados contra su pecho algunos libros.

Se veía tan hermosa, tan perfecta.

Bajó los escalones de la entrada y caminó hacia el estacionamiento. Los ojos de varios chicos se fueron hacia ella y sentí una inhumana necesidad de arrancar cada uno de ellos porque nadie más debía de tener el privilegio de verla, nadie más que yo.

Estaba por cruzar la calle para detenerla, pero un auto se interpuso en mi camino. Reconocí el vehículo enseguida y mi cuerpo se tensó. Era la camioneta de Cody Standfild y por supuesto, fui idiota al pensar que la dejarían irse caminando a casa.

La mirada de Cody se puso sobre mí como si desde un inicio supiese que estaba ahí. Me recorrió de pies a cabeza. El vehículo se movió un poco cuando seguro Alice se subió, y antes de arrancar el motor esbozó una maliciosa sonrisa que me erizó la piel.

¿Qué carajo había sido eso?

──────── ❁ ─────────

El frio viento nocturno golpeaba contra mi rostro, el auto vibraba bajo mis pies y en mis manos tenía el control de todo. Un solo mal movimiento con el volante y podría salirme de la pista o provocar un grave accidente con el coche contra el que estaba compitiendo, pero no me sentía lo suficiente herido como para atentar contra mi vida.

TOMEMOS UN PASEO © [1]Where stories live. Discover now