Revelaciones Peligrosas , Segundo Libro De La Saga:Los Legados Oscuros De Lorien

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Despedida

Sofía García
Aeropuerto internacional de cuzco

Despedirnos fue lo más difícil. Reunirnos para separarnos nuevamente, solo me consuela el saber que es algo breve  ¡YA PLANEAMOS TODO! Y eso me tranquiliza, además que no estoy sola, estoy con Kev, mi mejor amigo.
Antes de bajar de la camioneta le ordenó a Rocco que se transforme en un animal pequeño y lo coloco en una pequeña cajita en mi mochila.
Al presentar nuestros pasaportes y tickets de avión nos han hecho esperar, eso me provoca desconfianza.

—Señor Anderson ¿Sería tan amable de seguirme? —  dice un hombre que se paró frente a nosotros.
Kevin se levanta, y al ver que sigo sentada me extiende la mano invitándome a seguirlo. El hombre toma las maletas y comienza a caminar hacía un pasillo que va directo a un hangar.
—¿Qué ocurre? — le susurro a Kevin.
—¡Tranquila! No tienes que temer— dice muy sereno. Pero la verdad a mi no me causa la misma impresión, siento algo raro aquí.
Al salir del largo pasillo veo que frente a nosotros se encuentra un avión privado y él hombre que lleva nuestras pertenencias comienza a subir.
—Disculpe, pero se ha equivocado— me apresuro a decirle y pero me ignora.
—No se ha equivocado. Iremos en este avión, será más rápido— me dice Kevin, cediéndome el paso hacía la escalera del avión. Dudo si subir, lo miro a los ojos y en ellos solo encontré paz y seguridad.
—Veo que hay cosas que no me has contado— le digo cuando tocó la barandilla de la escalera, y él solo sonríe tímidamente.
—¿Qué? — me dice Kevin luego de notar que lo observo detenidamente, esperando que me explique que sucede.
— Nada— le digo mientras saco un libro de mi mochila sin quitarle los ojos de encima, y luego comienzo a leer. Si él no quiere hablar, pues así será.

—¿Quieres un refresco? — me dice 1 hora después, cuando por fin logró notar que su silencio me molestó, niego con la cabeza, ahora soy yo la que no dirá nada. Ante mi negativa él se levanta y va al mini bar que está detrás.

En tan solo 3 horas ya estábamos en Colombia. Oigo al piloto que habla con la torre de control y esta le dice en que pista debe aterrizar.
Tomo mis pertenencias antes que el señor de traje vuelva a tomarlas por mí, y me siento nuevamente a mirar por la ventanilla y observo que hay un auto plateado con vidrios polarizados esperando al costado de la pista donde descenderemos.
El avión aterriza. Aparece el hombre de traje, abre la puerta y apenas la escalera toca el suelo, bajo.
El hombre nos guía hasta el auto, la puerta se abre y de éste desciende otro hombre, rubio con lentes oscuros y traje gris, casi que combinando con el auto. Ya sé quién es, solo que aún no sé la historia.
—Hola Padre— dice Kevin y noto su incomodidad.
—Hijo, se ve que no has perdido el tiempo ¿Nueva conquista? —dice sin quitarme los ojos de encima.
—Al menos debo admitir que tienes un excelente gusto hijo mío—
—No… No… Ella es solo una amiga— dice Kevin mientras mueve las manos negando todo lo que ha dicho su padre.

—Mucho gusto, Soy Sofía— le digo extendiendo mi mano, y así romper este momento incómodo, pero debo retraerla ya que fui ignorada.
—¿Y mamá? — pregunta Kevin.
—En el hospital—se oye otra voz, un chico rubio de ojos verdes aparece detrás del padre de Kevin.
—Hermanito—saluda de manera un poco despectiva a Kevin.
—Coincido con mi padre ¡Eres una verdadera belleza!— dice mientras se apresura a pararse frente a mí. Se acercó tanto que creí que me besaría. Y luego noto que algo lo frenó, la mano de Kevin está en el pecho del chico.
—¡Vaya! Con qué esas tenemos—
—¡Okey! Pero te recuerdo “es solo una amiga”, según tú—le dice a Kevin mientras aparta la mano.
—Soy James Anderson. Un placer— dice tomando mi mano y besándola.

—Hola, James— respondo.
La verdad está situación se torna cada vez más rara, porque Kevin solo me habló de su mamá y su hermanita, no de su padre y mucho menos que tenía otro hermano, bueno en realidad 1 hermano y 2 hermanas, al estar en contacto con James lo he presentido y puedo entender el porqué de las reservas de Kevin respecto a ellos.
—¡Vamos!— ordena el padre subiendo al auto en la parte delantera, dejándonos a Kevin, James y a mi detrás.
—Y cuéntanos ¿A qué te dedicas, Sofí? — me pregunta James quién está a mi izquierda, Kevin quedó en medio.
—Trabaja en la policía. Esta de vacaciones ¡Es más! Ella debe bajar en el centro, yo solo le di un aventón— responde secamente Kevin sin más.
—Sí, claro, ¡Que tonta! Olvidé ese pequeño detalle— digo siguiéndole el juego.
—Pero, ¡No! Deberías de venir a nuestra casa. Y así podré conocerte mejor— me dice James sonriendo pícaramente.
—José, detente aquí por favor— le pide Kevin al chófer.

—¡Muchas gracias por traerme!— les digo mientras bajo del auto, Kevin baja detrás de mí.
—¡Espero que tu mamá se mejore!— le digo mientras lo abrazo al despedirme, luego se sube y el auto arranca. Espero unos segundos a que el auto se aleje y llamo un taxi.
—¿A cuál dirección señorita? — pregunta el chófer justo en el momento que recibo el mensaje de Kevin con los datos, se los digo al chófer y este emprende el viaje.
La dirección es a las afueras de la cuidad,  observo detenidamente a los vehículos que van delante, pero el auto el padre de Kevin no esta. La carretera es ancha y circulan algunos camiones y muy pocos vehículos por este motivo el chofer incrementa levemente la velocidad. Recuesto mi cabeza y disfruto del paisaje.  El taxi se detiene frente a una casa y en la puerta una chica rubia espera.
—¿Tú debes ser, Sofía? — dice acercándose rápidamente.
—Sí ¿Eva? — le pregunto.
—¡Sí! Ven, Kevin ya me ha contado todo— dice mientras abre el portón y camina dejándome atrás. Comienzo a seguirla y es cuando escucho el motor de un auto acercándose.
— Apúrate ¡No deben verte! — dice haciendo ademanes para que entre. Cuando lo hago ella cierra la puerta.

Se oye la puerta del auto abrir, luego el portón. Tocan la puerta, Eva sonríe y abre.
—HERMANITO—grita al ver a Kevin entrar. Él la abraza mientras me mira.
—Arriba, la puerta azul, es mi habitación—susurra mientras deja su mochila en el piso.
—Luego hablamos ¡Lo prometo!— me dice finalmente y se va junto a Eva.
Fue todo muy rápido y tengo muchas preguntas, pero si he aprendido algo en mi antiguo trabajo es que es mejor ver atentamente a tu alrededor y la historia se contará sola, así que decido hacer un recorrido por la casa.